En los primeros seis meses de 2025, Endesa, a través de su filial de redes de distribución, ha detectado más de 32.000 fraudes eléctricos en Catalunya. Esto se traduce en un promedio alarmante de más de 175 casos diarios, lo que equivale a más de siete fraudes cada hora. Este fenómeno no solo afecta a la economía, sino que también plantea serios riesgos para la seguridad pública, ya que la manipulación de instalaciones eléctricas puede resultar en electrocuciones e incendios. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ha señalado que este problema está en aumento, lo que genera preocupación entre los consumidores y las autoridades.
Uno de los principales motivos detrás de estos fraudes es el suministro de energía a plantaciones de marihuana, que se están convirtiendo en un negocio cada vez más lucrativo. En estas instalaciones, se utilizan numerosos dispositivos, como lámparas, sistemas de riego, filtros de olor y aires acondicionados, que funcionan las 24 horas del día. Este consumo energético es equivalente al de aproximadamente 80 viviendas de 100 m². Según Endesa, el volumen de energía recuperado en el primer semestre de 2025, que anteriormente se perdía debido al fraude, asciende a 111 millones de KWh, suficiente para abastecer a más de 31.700 hogares.
La compañía ha implementado diversas estrategias para combatir este tipo de fraude. Entre ellas, se destaca el uso de Inteligencia Artificial (IA) para mejorar la eficiencia en la detección y prevención de robos de energía. A través de modelos de aprendizaje automático y profundo, la IA analiza el historial de inspecciones de los 12 millones de puntos de suministro, patrones de consumo y datos meteorológicos para identificar posibles fraudes con mayor precisión. Esta tecnología, junto con herramientas como pinzas amperimétricas y videoscopios, permite a los técnicos localizar los enganches ilegales y notificar a las autoridades correspondientes.
### La Lucha Contra el Narcotráfico y el Fraude Eléctrico
El fraude eléctrico no solo representa un problema económico, sino que también está vinculado a actividades delictivas más amplias, como el narcotráfico. Los narcotraficantes utilizan estos enganches ilegales para alimentar sus cultivos de marihuana y electrificar vallas metálicas que protegen sus plantaciones de robos. La situación ha llevado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos para desmantelar estas operaciones, que se han vuelto crónicas en Catalunya.
Endesa ha solicitado una modificación del Código Penal para que el fraude eléctrico se castigue con penas de cárcel. Actualmente, este delito no contempla agravantes ni se considera en casos de reincidencia, lo que permite que quienes se dedican a estas actividades ilegales enfrenten sanciones mínimas. La compañía argumenta que el fraude eléctrico es el único delito contra el patrimonio que no está penado con prisión, lo que representa un riesgo significativo tanto para la ciudadanía como para los técnicos que deben desinstalar los enganches ilegales.
Además, Endesa se presenta como parte afectada en los procedimientos judiciales contra grupos organizados de narcotraficantes, reclamando las cantidades defraudadas. Las cifras son alarmantes, ya que la potencia eléctrica obtenida de forma ilegal se acumula debido al funcionamiento constante de los equipos utilizados en los cultivos. La empresa proporciona informes a la Fiscalía y a las fuerzas de seguridad que detallan la cantidad de energía defraudada en cada plantación, subrayando el impacto económico y social de estas actividades delictivas.
### La Realidad de las Detenciones y el Uso de Armas
En el contexto de la lucha contra el narcotráfico, los Mossos d’Esquadra han observado un aumento en la violencia asociada a la tenencia y uso de armas de fuego entre los delincuentes involucrados en el tráfico de marihuana. Este fenómeno ha llevado a un incremento en la requisición de armas, con 600 incautaciones reportadas el año pasado, muchas de las cuales están relacionadas con el tráfico de esta droga. Aunque la mayoría de los incidentes no resultan en heridos, la situación es preocupante y refleja la creciente violencia en el sector.
En Catalunya, se estima que alrededor de 2.000 personas son detenidas anualmente por delitos relacionados con la marihuana, pero solo el 10% de estos casos termina en prisión. Las penas por tráfico de marihuana son significativamente menores que las impuestas por otros narcóticos como la cocaína o la heroína, lo que ha llevado a un debate sobre la necesidad de revisar las leyes actuales. A pesar de que la marihuana contiene niveles más altos de THC, su principio activo, y puede tener un impacto negativo en la salud de los consumidores, las sanciones siguen siendo relativamente suaves.
La situación actual en Catalunya pone de manifiesto la complejidad del problema del fraude eléctrico y su conexión con el narcotráfico. A medida que las autoridades buscan soluciones efectivas, la implementación de tecnologías avanzadas y la revisión de las leyes existentes serán fundamentales para abordar este desafío de manera integral.