La reciente aceptación de Hamás al plan de paz propuesto por Donald Trump ha generado un gran revuelo en el escenario internacional. Este acuerdo, que se presenta como una solución a un conflicto que ha dejado más de 60,000 muertos en dos años, marca un punto de inflexión en la política de Oriente Medio. La presión de las potencias árabes y la situación interna de Hamás han sido factores determinantes en esta decisión, que podría cambiar el rumbo de la región.
La aceptación del plan de 20 puntos por parte de Hamás se produce en un contexto de creciente presión internacional y regional. Según analistas, la intervención de países árabes del Golfo, que buscan estabilizar la región y mejorar sus relaciones con Estados Unidos, ha sido crucial. Estos países están dispuestos a impulsar el plan de Trump, incluso si Hamás no lo acepta, lo que limita las opciones del grupo palestino y lo obliga a ceder.
### La Influencia de las Potencias Árabes
La dinámica de poder en Oriente Medio ha cambiado significativamente en los últimos años. Con Irán debilitado tras los ataques de Israel y Estados Unidos, los países árabes del Golfo han visto una oportunidad para tomar la iniciativa en la resolución de conflictos. La presión ejercida por estos países sobre Hamás ha sido evidente, y muchos analistas creen que esta es una de las razones por las que el grupo ha decidido aceptar el plan de paz.
Ahmed Deeb, un fotógrafo palestino que ha perdido a varios miembros de su familia en el conflicto, ha expresado que, aunque la aceptación de Hamás llega tarde, es un paso hacia la paz. Sin embargo, también reconoce que el apoyo de la población hacia el grupo ha disminuido drásticamente. Un sondeo reciente indica que solo el 37% de los gazatíes apoyan a su gobierno, lo que refleja un cambio en la percepción pública sobre la eficacia de Hamás como gobernante.
La mediación de Egipto y Catar también ha sido fundamental en este proceso. Mousa Abu Marzouk, exlíder de Hamás, ha señalado que la respuesta positiva del grupo se ha dado tras intensas negociaciones internas y con la ayuda de mediadores. Sin embargo, el grupo aún tiene reticencias y ha puesto condiciones para la liberación de prisioneros y el alto el fuego, lo que indica que la situación sigue siendo compleja.
### La Respuesta de Israel y el Futuro del Acuerdo
La respuesta de Israel al acuerdo de paz es otro factor crítico que determinará su éxito. Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, se enfrenta a un dilema político. Si Hamás cumple con su parte del acuerdo y entrega a los rehenes, Netanyahu podría continuar la guerra sin la presión interna de liberar a los prisioneros. Sin embargo, esto podría llevar a una escalada de la violencia si no se cumplen las condiciones del acuerdo.
La analista Natasha Hall ha señalado que la ambigüedad no está en Hamás, sino en Israel. Con la mayoría de los líderes de Hamás eliminados y Gaza devastada, el grupo no tiene muchas opciones. La situación actual podría obligar a Netanyahu a reconsiderar su enfoque, especialmente si el acuerdo de paz se convierte en una realidad tangible.
El futuro del acuerdo dependerá de la voluntad de las partes involucradas para comprometerse y cumplir con los términos establecidos. La presión internacional, especialmente de Estados Unidos y las potencias árabes, será crucial para garantizar que se mantenga el alto el fuego y se inicie un proceso de reconstrucción en Gaza.
En resumen, la aceptación del plan de paz por parte de Hamás representa un cambio significativo en la dinámica del conflicto en Gaza. La presión de las potencias árabes y la mediación de Egipto y Catar han sido factores determinantes en esta decisión. Sin embargo, el éxito del acuerdo dependerá de la respuesta de Israel y de la capacidad de las partes para cumplir con los términos establecidos. La situación sigue siendo volátil, y el camino hacia la paz en la región es aún incierto.