Edurne Pasaban, reconocida alpinista y la primera mujer española en conquistar los 14 ochomiles, ha compartido su experiencia sobre la salud mental en un reciente evento en Barcelona. Durante su intervención, Pasaban reveló que su mayor desafío no fue escalar las montañas más altas del mundo, sino enfrentar sus problemas de salud mental. Desde 2006, la presión del alto rendimiento y las expectativas sociales la llevaron a un punto crítico en su vida. «Levantar la mano y decir ‘necesito ayuda’ fue lo más difícil que he hecho», confesó, destacando la importancia de reconocer y abordar los problemas de salud mental.
La alpinista, que ha dedicado su vida a la montaña, ha aprendido que la salud mental es un tema que puede afectar a cualquiera. Según estudios recientes, más de la mitad de la población española experimentará algún problema de salud mental en algún momento de su vida. Pasaban enfatiza que no hay que tener miedo a pedir ayuda, un mensaje que resuena especialmente en un deporte donde la fortaleza física y mental son cruciales.
La presión en el deporte de alto rendimiento
La historia de Edurne Pasaban es un reflejo de las luchas que enfrentan muchos atletas en el mundo del deporte. La exigencia de competir al más alto nivel, combinada con el hecho de ser mujer en un ámbito predominantemente masculino, añade una capa adicional de presión. «La exigencia, ser mujer en un deporte dominado por hombres, la presión por los resultados… todo eso pesa», explica Pasaban. Esta presión puede llevar a los atletas a un estado de agotamiento mental y emocional, donde el miedo a mostrar vulnerabilidad puede ser abrumador.
Pasaban ha encontrado en su entorno social un pilar fundamental para su recuperación. «Estar rodeada de buena gente fue fundamental. Cuando te juntas con personas que te entienden, el camino se hace más fácil», dice. La importancia de contar con un círculo de apoyo es crucial, no solo en el deporte, sino en la vida en general. La conexión humana y el apoyo emocional son elementos que pueden marcar la diferencia en momentos de crisis.
El deporte como herramienta de bienestar
Además de su mensaje sobre la salud mental, Edurne Pasaban también destaca el papel del deporte en su vida. Para ella, el entrenamiento no se limita a la competencia; es una forma de cuidar su salud mental. «Salir a correr con mi perro o con amigas es parte de cuidar mi salud mental. Es ese momento que necesito para mí», afirma. Esta perspectiva resalta la importancia de encontrar actividades que no solo sean físicas, sino que también proporcionen un espacio para la reflexión y el bienestar emocional.
La práctica de deportes al aire libre, como el montañismo, puede ofrecer beneficios significativos para la salud mental. La conexión con la naturaleza, la superación de desafíos físicos y la sensación de logro al alcanzar una cima son experiencias que pueden contribuir a una mejor salud mental. Pasaban ha aprendido a valorar estos momentos, no solo como logros deportivos, sino como oportunidades para cuidar de sí misma.
La importancia de hablar sobre salud mental
Edurne Pasaban ha hecho de la conversación sobre la salud mental una parte integral de su vida. «Hablar de salud mental también es una forma de hacer cumbre», dice, enfatizando que compartir experiencias y abrirse sobre las luchas personales puede ser liberador. En un mundo donde a menudo se asocia la fortaleza con la ausencia de debilidad, Pasaban desafía esta noción al abogar por la vulnerabilidad como una forma de fortaleza.
Su historia resuena con muchos, especialmente en un momento en que la salud mental está recibiendo más atención que nunca. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los problemas de salud mental en todo el mundo, y figuras públicas como Pasaban están ayudando a desestigmatizar estas conversaciones. Al compartir su propia experiencia, está inspirando a otros a buscar ayuda y a reconocer que no están solos en sus luchas.
Edurne Pasaban continúa siendo un ejemplo de resiliencia y fortaleza, no solo en las montañas, sino también en la vida. Su mensaje de que pedir ayuda es un signo de valentía y que la salud mental es una prioridad es uno que todos podemos aprender a valorar. En un mundo donde la presión por el rendimiento es alta, su historia nos recuerda que la verdadera fortaleza radica en cuidar de uno mismo y en buscar apoyo cuando más se necesita.