Un hombre de 47 años ha sido arrestado por los Mossos d’Esquadra tras haber generado un ambiente de miedo y desesperación en su comunidad en Mollet del Vallès. Desde principios de año, el sospechoso comenzó a amenazar a sus vecinos y a provocar disputas verbales, especialmente relacionadas con el aparcamiento del edificio. Su comportamiento agresivo escaló hasta el punto de provocar incendios y una inundación en la propiedad, lo que llevó a varios residentes a abandonar sus hogares.
Los incidentes comenzaron a intensificarse a partir del 18 de marzo, cuando el acusado golpeó la ventana del coche de un vecino que se encontraba dentro. Al salir para confrontarlo, el vecino fue agredido, resultando con un dedo roto. Posteriormente, el 25 de marzo, el coche del mismo vecino fue incendiado, lo que generó una gran preocupación entre los demás residentes y también afectó al archivo municipal de Mollet, ubicado a unos 50 metros del edificio.
El 12 de abril, el sospechoso supuestamente causó una fuga de agua en el aparcamiento al romper el protector de la manguera de emergencia. Durante la investigación, los Mossos d’Esquadra encontraron más víctimas dentro de la comunidad. Una vecina descubrió que su coche había sido dañado; se utilizó una radial para cortar la chapa, y el vehículo fue pintado con espray, además de que los cristales y retrovisores fueron destruidos. También se reportaron trasteros forzados.
El comportamiento del detenido no se limitó a daños materiales. Según los informes, manipuló el sistema contra incendios del edificio, inutilizando los detectores de humo y vaciando los extintores. Además, desactivó las cámaras de videovigilancia del aparcamiento y la caja de conexiones a Internet del bloque, dejando a los vecinos sin acceso a la red. Este modus operandi sugiere que el hombre estaba perfeccionando sus tácticas para continuar con sus actos delictivos sin ser descubierto.
La situación generó un clima de terror en la comunidad. Dos vecinos decidieron dejar su piso alquilado y marcharse debido a la violencia que había desatado el acusado. Otros 20 residentes optaron por no volver a aparcar en la zona del parking, temerosos de que sus vehículos pudieran ser dañados. La comunidad se encontraba en un estado de alerta constante, lo que afectó gravemente la calidad de vida de los vecinos.
Finalmente, el 26 de mayo, los Mossos d’Esquadra detuvieron al sospechoso. Al día siguiente, se realizó un registro en su domicilio, donde se encontraron diversas herramientas que habían sido utilizadas en los delitos investigados, así como una cámara de videovigilancia robada del edificio. El 28 de mayo, el detenido fue puesto a disposición judicial, enfrentándose a múltiples cargos que incluyen incendio, daños por inundación, hurto, obstrucción a la justicia y amenazas.
Este caso ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad en las comunidades residenciales y la necesidad de que los vecinos se sientan protegidos en sus propios hogares. La intervención de los Mossos d’Esquadra ha sido crucial para restablecer la tranquilidad en la zona y garantizar que los responsables de actos delictivos enfrenten las consecuencias de sus acciones. La comunidad de Mollet del Vallès espera que este incidente sirva como un llamado de atención sobre la violencia y el acoso que pueden ocurrir en entornos residenciales, y la necesidad de una vigilancia constante para prevenir situaciones similares en el futuro.