La reciente operación de los Mossos d’Esquadra en el barrio del Raval de Barcelona ha marcado un hito en la lucha contra el mercado negro de teléfonos móviles robados. Con la incautación de más de 1.000 dispositivos, las autoridades han desarticulado varias estructuras criminales que operaban en la ciudad, revelando un entramado complejo que se extendía más allá de las fronteras de España.
### Un Operativo Sin Precedentes
El operativo, que se llevó a cabo a finales de julio de 2025, resultó en la recuperación de 1.022 teléfonos móviles, así como otros dispositivos electrónicos como ordenadores y datáfonos, valorados en más de 400.000 euros en el mercado clandestino. La acción policial se enmarca dentro del Pla Kanpai, una estrategia diseñada para combatir la multirreincidencia en delitos relacionados con el robo de dispositivos electrónicos. Según el inspector Lisard Hidalgo, este es el golpe más significativo realizado hasta la fecha en Cataluña, que ha permitido la detención de aproximadamente 20 personas involucradas en el comercio ilegal de móviles.
Los Mossos d’Esquadra han indicado que muchos de los teléfonos robados eran enviados a países como China y Marruecos, donde eran reutilizados. Este tráfico internacional de dispositivos robados no solo representa una pérdida económica para los propietarios originales, sino que también alimenta un ciclo de criminalidad que afecta a la seguridad pública.
La investigación comenzó cuando varias víctimas de robos reportaron que sus teléfonos habían sido geolocalizados en el Raval. A partir de estas denuncias, los Mossos pudieron identificar patrones de comportamiento y conexiones entre los delincuentes, lo que llevó a la desarticulación de las redes involucradas.
### Estrategias de Estafa y Receptación
Además del robo de teléfonos, las investigaciones revelaron que los delincuentes estaban involucrados en estafas más sofisticadas. Tras el robo, las víctimas recibían mensajes fraudulentos que parecían legítimos, solicitando información personal para recuperar sus dispositivos. Este tipo de phishing ha llevado a muchas personas a ser víctimas de compras fraudulentas, lo que ha incrementado el daño económico y emocional para los afectados.
Los Mossos han destacado que los ladrones utilizaban técnicas para evitar la geolocalización de los dispositivos, como envolver los teléfonos en papel de aluminio. Esto complicaba la labor de las autoridades, que dependían de la tecnología de localización para recuperar los dispositivos robados. Sin embargo, gracias a la colaboración ciudadana y a la vigilancia activa de la policía, se logró identificar a varias facciones del mercado negro que operaban en la ciudad.
El operativo no solo se limitó a la recuperación de teléfonos, sino que también se centró en desmantelar las redes de receptación y estafa. Se realizaron 11 registros en diferentes puntos de la ciudad, donde se encontraron no solo teléfonos robados, sino también herramientas y software que facilitaban las estafas. La policía ha indicado que algunos de los detenidos eran responsables de proporcionar soporte técnico a otros delincuentes, lo que demuestra la complejidad y la organización de estas redes criminales.
La respuesta de las autoridades ha sido contundente, y se espera que en los próximos días se habilite una sección en la web de los Mossos d’Esquadra para que los ciudadanos puedan identificar si sus teléfonos robados han sido recuperados. Esta medida busca no solo facilitar la recuperación de dispositivos, sino también fomentar la colaboración entre la ciudadanía y la policía en la lucha contra el crimen.
La situación actual en Cataluña es preocupante, ya que se estima que cada día se roban alrededor de 155 teléfonos móviles. Durante el primer semestre de 2025, se reportaron casi 28.000 robos, lo que pone de manifiesto la necesidad de acciones más contundentes y coordinadas para frenar esta ola de criminalidad. Las autoridades están comprometidas a seguir trabajando en la desarticulación de estas redes y en la protección de los ciudadanos frente a este tipo de delitos.
El éxito de esta operación es un ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes cuerpos de seguridad y la participación activa de la comunidad pueden llevar a resultados positivos en la lucha contra el crimen organizado. A medida que las investigaciones continúan, se espera que se desvelen más detalles sobre la magnitud de estas redes y su impacto en la seguridad pública.