En la mañana del 26 de junio de 2025, los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo un desalojo en una nave ocupada ubicada en la calle Antoni Bori, en el barrio del Gorg de Badalona. Este operativo, que comenzó antes de las ocho de la mañana, tuvo como objetivo la desocupación de un espacio que había albergado a unas veinte personas en su interior. Aunque en el pasado, este recinto había llegado a ser hogar de hasta cuarenta ocupantes, muchos de ellos abandonaron el lugar al anticipar la inminente intervención policial.
El desalojo fue respaldado por un amplio despliegue policial, que incluyó diez unidades de la ARRO (Unidad de Intervención Policial de los Mossos d’Esquadra) y varios agentes de seguridad ciudadana de la comisaría local. Además, se contó con la colaboración de una unidad de la Policía Nacional y una dotación del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). La operación se desarrolló sin incidentes mayores, aunque se registraron algunas detenciones y actas por delitos menores.
El alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, calificó este desalojo como «histórico» y destacó que la nave había sido ocupada durante aproximadamente seis años. Según sus declaraciones, el lugar se había convertido en un asentamiento problemático, donde residían personas que generaban conflictos de inseguridad y delincuencia. Albiol mencionó que, el mismo día del desalojo, se había producido una pelea entre dos ocupantes, lo que llevó a uno de ellos a ser trasladado al hospital.
La intervención policial no solo buscaba desocupar el espacio, sino también garantizar la seguridad de los vecinos del área. Durante el operativo, se detuvo a una persona por cuestiones de extranjería y se identificó a otra. Además, se levantaron actas por delitos relacionados con la salud pública y tenencia de armas blancas, lo que refleja la complejidad de la situación en la que se encontraba la nave.
La decisión de desocupar la nave se enmarca en un contexto más amplio de gestión de la ocupación en Badalona, donde el alcalde ha manifestado su compromiso de erradicar estos asentamientos. Albiol anunció que la nave sería demolida el mismo día del desalojo, con el fin de evitar que volviera a ser ocupada en el futuro. Esta medida busca no solo desincentivar la ocupación, sino también mejorar la seguridad y calidad de vida de los residentes de la zona.
La ocupación de naves y edificios en desuso ha sido un tema recurrente en muchas ciudades de España, y Badalona no es la excepción. La problemática de la ocupación se ha intensificado en los últimos años, generando un debate sobre los derechos de los ocupantes y la necesidad de garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. En este sentido, el desalojo de la nave en la calle Antoni Bori es un ejemplo de cómo las autoridades locales están intentando abordar esta situación, aunque no sin controversias.
El desalojo ha suscitado reacciones diversas entre los vecinos del barrio. Algunos celebran la intervención policial, argumentando que la presencia de ocupantes había generado un ambiente de inseguridad. Otros, sin embargo, critican la falta de soluciones habitacionales adecuadas para las personas que se ven obligadas a ocupar espacios vacíos debido a la crisis económica y la falta de alternativas. Este dilema pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más integral que contemple tanto la seguridad pública como los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad.
En el contexto de este desalojo, es importante mencionar que la ocupación de naves y edificios vacíos no es un fenómeno nuevo en Badalona. A lo largo de los años, diferentes espacios han sido ocupados por personas que buscan refugio, lo que ha llevado a las autoridades a implementar diversas estrategias para gestionar esta situación. Sin embargo, la falta de recursos y políticas efectivas ha dificultado la resolución del problema de manera sostenible.
La intervención en la calle Antoni Bori es solo un capítulo más en la historia de la ocupación en Badalona. A medida que las autoridades continúan enfrentando este desafío, será fundamental encontrar un equilibrio entre la seguridad de los ciudadanos y la protección de los derechos de aquellos que se encuentran en situaciones precarias. La demolición de la nave ocupada podría ser vista como una solución a corto plazo, pero es evidente que se requieren medidas más profundas y efectivas para abordar las causas subyacentes de la ocupación y garantizar un futuro más seguro y justo para todos los habitantes de Badalona.