La historia política reciente de España ha estado marcada por la aparición y consolidación de Vox, un partido que ha logrado posicionarse como la tercera fuerza política del país. Desde su irrupción en el Parlamento andaluz hace casi siete años, Vox ha experimentado un crecimiento notable, impulsado por la figura de su líder, Santiago Abascal. Sin embargo, a pesar de su éxito, el partido enfrenta desafíos internos que podrían poner en entredicho la estabilidad de su liderazgo.
Uno de los aspectos más destacados de la trayectoria de Vox es su capacidad para atraer a un electorado descontento con las opciones tradicionales. Desde su fundación, el partido ha sabido capitalizar el descontento social, especialmente en temas como la inmigración y la identidad nacional. Abascal, quien dejó el Partido Popular (PP) para fundar Vox, ha cultivado una imagen de firmeza y determinación, lo que le ha permitido ganar adeptos tanto en España como en el extranjero, estableciendo conexiones con líderes políticos de extrema derecha en otros países.
Sin embargo, a medida que Vox se ha consolidado, también han surgido tensiones internas que amenazan con desestabilizar la estructura del partido. La reciente creación de un think tank por parte de Iván Espinosa de los Monteros, ex portavoz del grupo parlamentario de Vox, ha generado fricciones significativas. Este nuevo proyecto, denominado Atenea, busca redefinir la estrategia política de la formación y ha sido visto por algunos como un desafío directo a la autoridad de Abascal.
### La Fractura con el PP y el Ascenso de Nuevos Actores
La relación entre Vox y el PP ha sido históricamente compleja. A pesar de haber compartido en ocasiones una agenda política similar, las tensiones han aumentado desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la dirección del PP. La ruptura de puentes entre ambos partidos se ha acentuado, especialmente tras la decisión de Vox de abandonar coaliciones autonómicas con los populares. Este movimiento fue interpretado como un intento de Abascal de reafirmar su autoridad y distanciarse de un PP que, según él, ha adoptado posturas más moderadas en temas clave como la inmigración.
El surgimiento de Atenea como un nuevo actor en el panorama político de la derecha ha complicado aún más la situación. Espinosa de los Monteros ha logrado atraer a un sector del electorado que busca una alternativa más radical a la postura del PP. Este cambio ha generado preocupación en el entorno de Abascal, que teme que la fragmentación del voto de la derecha pueda beneficiar al PSOE en futuros comicios.
Además, la figura de Javier Ortega Smith, otro ex colaborador cercano de Abascal, también ha comenzado a jugar un papel relevante en este nuevo escenario. Ortega Smith ha mantenido una relación tensa con Abascal, y su participación en la presentación de Atenea ha sido interpretada como un acto de deslealtad. La historia compartida entre ambos, que se remonta a los inicios de Vox, añade una capa de complejidad a la dinámica interna del partido.
### La Estrategia Internacional de Abascal y el Futuro de Vox
A medida que se acercan las elecciones de 2026, Abascal ha comenzado a centrar su atención en la política internacional, buscando establecer vínculos con líderes de extrema derecha en otros países. Esta estrategia tiene como objetivo no solo fortalecer la imagen de Vox en el ámbito internacional, sino también atraer a un electorado que valora la conexión con movimientos políticos similares en el extranjero.
Sin embargo, esta orientación internacional también ha sido criticada por algunos sectores dentro del partido, que consideran que Abascal debería enfocarse más en los problemas internos y en la consolidación de su liderazgo. La creciente competencia de iniciativas como Atenea y la posible fragmentación del voto de la derecha podrían poner en riesgo la posición de Vox en el futuro.
La situación actual de Vox es un reflejo de las tensiones inherentes a un partido que ha crecido rápidamente y que ahora enfrenta la necesidad de adaptarse a un panorama político en constante cambio. La capacidad de Abascal para manejar estas tensiones y mantener la cohesión del partido será crucial en los próximos años. La lucha por el liderazgo y la dirección política de Vox no solo afectará a su futuro, sino también al equilibrio de poder en la política española en su conjunto.