La actual legislatura en España se enfrenta a una serie de desafíos que complican el ejercicio del gobierno. Desde la dificultad de gobernar en coalición hasta los vetos cruzados entre los diferentes partidos, la situación se ha vuelto cada vez más tensa. La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha señalado que el Ejecutivo se encuentra en una encrucijada, donde la aritmética parlamentaria es más compleja que en el pasado. Esto se debe a la falta de mayorías claras, tanto progresistas como conservadoras, lo que ha llevado a un aumento en los vetos cruzados entre los socios de gobierno.
### La Dificultad de la Gobernanza en Coalición
El Gobierno ha intentado implementar una agenda social que incluye la derogación de la ‘ley Mordaza’ y propuestas para abordar la crisis de la vivienda. Sin embargo, estas iniciativas se han visto obstaculizadas por la falta de consenso entre los partidos que forman la coalición. Los vetos cruzados han creado un ambiente de competencia entre los grupos, donde cada partido busca marcar su propio perfil y, en ocasiones, adoptar posiciones extremas en relación a las propuestas de sus competidores.
Uno de los negociadores del Ejecutivo ha comentado que hay partidos que no se comunican entre sí, lo que dificulta aún más la posibilidad de alcanzar acuerdos. Esta situación ha llevado a que el Gobierno deba intermediar con otros aliados para facilitar la aprobación de iniciativas, lo que complica aún más el proceso legislativo. La falta de diálogo y los reproches cruzados en el hemiciclo han enturbiado el ambiente político, lo que podría enterrar la agenda política de todos los partidos involucrados.
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha descrito la situación como «realmente complicada», y el líder del PNV, Aitor Esteban, ha reconocido que cada partido está intentando marcar su perfil en medio de la «neblina» que rodea el futuro de la legislatura. Esta falta de claridad ha llevado a que varias iniciativas pactadas entre el Gobierno y sus aliados hayan fracasado, como la reciente rebaja de la jornada laboral impulsada por Yolanda Díaz, que fue rechazada por Junts.
### Bloqueos Legislativos y Desacuerdos Internos
La situación se complica aún más con la existencia de leyes que permanecen bloqueadas en el Congreso debido a la falta de acuerdos. Un ejemplo notable es la disputa entre EH Bildu y el PNV sobre la reforma de la ‘Ley Mordaza’, donde ambas formaciones han chocado por la redacción del principio de autoridad en la norma. Este tipo de desacuerdos no solo afecta a la legislación en cuestión, sino que también pone de manifiesto la incapacidad de los partidos para llegar a un consenso en temas cruciales.
Además, la iniciativa legislativa popular para legalizar a medio millón de personas migrantes ha estado estancada durante meses, en parte debido a la incapacidad de los partidos para acordar enmiendas. La tensión entre Podemos y Junts ha sido particularmente evidente, ya que ambos partidos han tenido diferentes prioridades en relación a la delegación de competencias de inmigración a Catalunya. Esta falta de acuerdo ha llevado a que la norma sea rechazada, lo que podría tener consecuencias significativas para la regularización de migrantes en el país.
El problema de la vivienda también ha sido un punto de fricción entre los partidos de izquierda. Aunque hay varias iniciativas registradas en el Congreso para abordar la crisis de vivienda, la falta de consenso ha llevado a que estas medidas sean frenadas por la exigencia de modificaciones por parte de PNV y Junts. A pesar de que ERC llegó a un acuerdo con los posconvergentes para modificar los contratos de alquiler temporales, la norma sigue sin avanzar, lo que refleja la parálisis legislativa que se vive actualmente.
Por si fuera poco, el Gobierno ha manifestado su intención de abordar la cuestión de la prostitución, un tema que ya ha generado divisiones internas en el pasado. La fragmentación del grupo de Unidas Podemos en torno a este asunto podría complicar aún más la posibilidad de avanzar en esta legislación, lo que añade otra capa de dificultad a un panorama ya de por sí complejo.
La situación actual en el Congreso refleja un entorno político marcado por la fragmentación y la falta de diálogo, donde los vetos cruzados y los desacuerdos internos están congelando parte de la agenda social del Gobierno. A medida que la legislatura avanza, será crucial observar cómo se desarrollan estas dinámicas y si los partidos podrán encontrar puntos en común que les permitan avanzar en sus respectivas agendas.