Gloria Cuartas Montoya, una figura clave en el proceso de paz de Colombia, ha dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos y la construcción de una sociedad más justa. Como directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, Cuartas enfrenta retos significativos en un contexto político polarizado y marcado por la violencia. En una reciente entrevista, abordó los obstáculos que enfrenta el gobierno de Gustavo Petro en su intento por consolidar la paz en el país.
### La Crisis de la Implementación del Acuerdo
La implementación del acuerdo de paz, firmado en 2016 entre el gobierno colombiano y las FARC, ha sido un proceso complicado. Cuartas señala que el actual gobierno se encuentra en una encrucijada, enfrentando una crisis en la ejecución de lo que el presidente Petro ha denominado «paz total». La falta de apoyo político en el Congreso, controlado por la oposición, ha dificultado la implementación de reformas esenciales en áreas como la educación, la cultura y la salud, que son fundamentales para la paz duradera.
«Estamos en un momento de crisis en la implementación de lo que el presidente Gustavo Petro ha llamado la ‘paz total’. La educación, la cultura o la sanidad son grandes componentes para aterrizar el acuerdo, pero se ha encontrado con una barrera en el Congreso», explica Cuartas. Esta polarización política ha generado un ambiente hostil para la paz, donde los intereses económicos y políticos de ciertos sectores buscan perpetuar un estado de control militar.
Cuartas también critica el referéndum de 2016, que buscaba validar el acuerdo de paz ante la población. Según ella, este proceso fue un error, ya que ya se habían establecido mecanismos para abordar cuestiones cruciales como la reforma agraria y la participación política de los excombatientes. «La paz no era solo para las FARC, era para todos. Fue muy triste. Fue terrible, un presagio político», lamenta Cuartas.
### La Herencia de la Corrupción y la Violencia
Uno de los principales desafíos que enfrenta el gobierno de Petro es la herencia de la corrupción y la violencia que dejó su predecesor, Iván Duque. Cuartas señala que Duque no mostró interés en el acuerdo de paz, pero sí en los recursos destinados a las regiones más afectadas por el conflicto. En lugar de impulsar reformas agrarias, se enfocó en grandes infraestructuras, lo que no abordó las raíces del conflicto.
«El presidente Petro se topó con una alta corrupción entre las estructuras políticas que no acogieron el acuerdo de paz, pero sí que hicieron negocio con ella», afirma Cuartas. Esta corrupción ha minado la confianza en el proceso de paz, especialmente tras el asesinato de figuras clave como Jesús Santrich, un excomandante de las FARC. Desde la firma del acuerdo, más de 450 excombatientes han sido asesinados, lo que representa una derrota simbólica para la paz y alimenta el miedo y la desconfianza en las instituciones.
Además, Cuartas denuncia la persistencia de estructuras paramilitares que operan en contra de la paz. Estas organizaciones, algunas de las cuales han surgido recientemente, buscan concentrar la tierra y asegurar territorios para proyectos económicos, utilizando tácticas militares sin comprometer directamente a las fuerzas armadas. «Las estructuras paramilitares, desde dentro de la fuerza pública, siguen operando en contra de la paz», afirma Cuartas, quien considera que la transformación de la fuerza pública es una tarea pendiente y crucial para el futuro del país.
### La Búsqueda de una Paz Integral
Cuartas enfatiza que la paz es un deber y un derecho que debe ser cumplido, más allá de la firma de un acuerdo. Para ella, la reforma rural es esencial para redistribuir la tierra que ha estado históricamente en manos de unos pocos, y que ha sido obtenida a través del despojo a comunidades indígenas. «La paz total hay que buscarla a nivel nacional y local simultáneamente», sostiene Cuartas, quien aboga por un enfoque integral que contemple las diversas dimensiones del conflicto colombiano.
La situación actual en Colombia es un reflejo de la complejidad de la paz en un país marcado por décadas de violencia y desigualdad. La labor de Gloria Cuartas y su equipo es fundamental para avanzar en la implementación del acuerdo de paz, pero el camino está lleno de obstáculos que requieren un compromiso genuino de todos los sectores de la sociedad. La paz en Colombia no solo depende de acuerdos políticos, sino de un cambio cultural que permita a la sociedad sanar y construir un futuro más justo y equitativo.