La gastronomía es un arte que, a lo largo de los años, ha evolucionado y se ha adaptado a las nuevas tendencias y gustos de la sociedad. Sin embargo, el relevo generacional en este sector, especialmente en el ámbito de la repostería, se enfrenta a retos significativos. Paco Torreblanca, reconocido como el mejor pastelero del mundo en 2022, ha compartido su perspectiva sobre esta problemática, destacando la necesidad de atraer a las nuevas generaciones hacia una profesión que él considera apasionante y llena de oportunidades.
### La Realidad del Relevo Generacional en la Repostería
En una reciente entrevista, Torreblanca expresó su preocupación por la falta de interés de los jóvenes en la repostería. A pesar de que las escuelas de gastronomía están llenas de estudiantes, muchos de ellos no parecen estar dispuestos a continuar en esta disciplina. Según Torreblanca, uno de los principales problemas radica en que los jóvenes no reciben una visión realista de lo que implica trabajar en este campo. «No les contamos a los jóvenes la verdad, la realidad de esta profesión», afirmó, subrayando que el trabajo en las cocinas no se limita a las horas de clase, sino que se extiende a fines de semana y largas jornadas.
Este maestro pastelero, que ha dedicado gran parte de su vida a la repostería, considera que es fundamental que los jóvenes comprendan las exigencias de la profesión. «Empiezan a estudiar muchos y acaban pocos, porque no se les enseña la realidad del oficio», añadió. A sus 65 años, Torreblanca ha visto cómo la profesión ha cambiado y se ha «humanizado» en comparación con sus inicios, donde las condiciones laborales eran mucho más duras.
### La Influencia de la Globalización en los Gustos Gastronómicos
Otro aspecto que Torreblanca menciona es la creciente influencia de sabores extranjeros en la gastronomía española. Esta tendencia, que ha llevado a muchos jóvenes a preferir la comida rápida y menos elaborada, plantea un desafío adicional para la repostería tradicional. «No solo es el dulce, es con todo, y pasa en muchos países, pero en España, con la riqueza gastronómica que tenemos, no nos podemos permitir perder nuestras raíces porque sería perder nuestra identidad», advirtió.
El pastelero también destacó que, aunque la alta gastronomía está en auge, no todos los jóvenes tienen la capacidad económica para disfrutar de experiencias culinarias en restaurantes de prestigio. Esto limita su exposición a la repostería de calidad y a la cultura gastronómica en general. Torreblanca enfatiza que es crucial fomentar el interés por la cocina y la repostería desde una edad temprana, para que los jóvenes puedan apreciar la diversidad y la riqueza de la gastronomía española.
### La Pasión por la Repostería y el Futuro del Sector
A pesar de los desafíos, Paco Torreblanca no pierde la esperanza en el futuro de la repostería. Reconoce que, aunque a menudo se considera el «hermano pobre» de la gastronomía, la percepción está cambiando. «Ahora en la cocina ya no se sabe si los platos son dulces al principio o al final», comentó, refiriéndose a la creciente fusión entre la repostería y la cocina salada.
Con dos escuelas de repostería, una en Pekín y otra en Elda, Torreblanca ha estado formando a nuevos talentos en el arte de la repostería. Sin embargo, también ha recibido numerosas llamadas de chefs de renombre que buscan nuevos profesionales, lo que indica una demanda creciente en el sector. «Ante eso, hay que hacer una reflexión», dijo, sugiriendo que es necesario un cambio en la forma en que se presenta la profesión a los jóvenes.
El maestro pastelero también se refiere a la repostería como una disciplina que combina arte y ciencia, comparando la elaboración de un postre con la creación de una obra musical. «Nosotros no podemos equivocarnos en un gramo, no podemos echar la sal a ojo», explicó, resaltando la precisión necesaria en la repostería. Esta meticulosidad es lo que hace que la repostería sea un arte único y valioso.
En resumen, Paco Torreblanca es un ferviente defensor de la repostería y de la necesidad de revitalizar el interés de los jóvenes en esta profesión. A través de su experiencia y su pasión, busca inspirar a las nuevas generaciones a descubrir la belleza y la complejidad de la repostería, asegurando así un futuro brillante para este arte culinario.