La educación pública en Catalunya enfrenta un momento crítico con la reciente planificación de plazas escolares para el próximo curso. La consellera de Educación, Esther Niubó, compareció en el Parlament para abordar la situación actual, aunque no presentó cifras definitivas sobre la oferta de plazas, argumentando que el proceso aún no ha concluido. Sin embargo, destacó que, por primera vez, se ha considerado la matrícula viva, es decir, el alumnado que se incorpora al sistema educativo en cualquier momento del año. Este curso, se han registrado 74.328 nuevos estudiantes, lo que ha llevado a la necesidad de reequilibrar grupos en las escuelas.
La planificación para el curso 2025-2026 prevé un descenso de 30.956 alumnos en el sistema educativo, lo que incluye el cierre de 58 grupos de 1º de ESO en institutos públicos. Esta situación ha generado preocupación entre las familias y docentes, quienes argumentan que la movilidad estudiantil, impulsada en gran parte por la crisis de la vivienda, está afectando la estabilidad de las aulas. En Barcelona, más de un cuarto de las solicitudes de preinscripción se han realizado para cursos intermedios, lo que refleja un cambio constante en la composición del alumnado.
La consellera también se refirió a la revisión de grupos en la educación concertada, donde se han propuesto eliminar 155 grupos en total, incluyendo 101 en educación infantil, 44 en primaria y 10 en secundaria. Este recorte ha suscitado críticas por parte de la oposición y de las familias, quienes ven en ello una amenaza para la cohesión social y la calidad educativa. Niubó defendió que, a pesar de la reducción de alumnado, no se cerrará ninguna escuela pública, y que los grupos que se plantean cerrar son 77, en comparación con los 111 que menciona la oposición.
La presión social ha llevado a que algunas escuelas, como la Camí del Mig en Mataró, mantengan su doble línea, lo que demuestra el impacto que pueden tener las movilizaciones de las familias en la planificación educativa. Niubó enfatizó que la planificación no es solo responsabilidad del Departament, sino que debe ser un esfuerzo conjunto con las comunidades locales, aunque reconoció que este diálogo no siempre es fácil.
En cuanto al futuro de la educación concertada, la consellera anunció que no se renovarán conciertos a escuelas que separen a los estudiantes por sexo, una medida que ha sido considerada una línea roja. Además, se mostró abierta a revisar el marco normativo relacionado con los conciertos, aunque no ofreció detalles específicos sobre posibles cambios.
La situación actual plantea importantes desafíos para el sistema educativo en Catalunya. La disminución de la natalidad y la llegada de alumnado ‘nouvingut’ no compensan la reducción de estudiantes, lo que ha llevado a un debate sobre cómo gestionar este cambio demográfico. La consellera subrayó que la planificación debe ser pública y concertada, y que los centros que han respondido a las necesidades educativas de su entorno tendrán prioridad en la renovación de conciertos.
La crisis de la vivienda en Catalunya ha sido un factor determinante en la movilidad estudiantil. Muchas familias se ven obligadas a mudarse debido a los altos costos de alquiler, lo que provoca que los niños cambien de escuela en medio del curso. Esta situación no solo afecta a los estudiantes, sino que también plantea retos para los docentes, quienes deben adaptarse a un alumnado en constante cambio. Manel Vidal, un maestro de primaria, ha señalado que muchos niños llegan a la escuela con menos vocabulario y habilidades comunicativas, lo que puede impactar su rendimiento académico.
La consellera Niubó ha propuesto medidas para abordar estas dificultades, incluyendo más inspecciones y clases de refuerzo gratuitas para el alumnado vulnerable, con el objetivo de mejorar los resultados en matemáticas y lengua. Sin embargo, la implementación de estas iniciativas dependerá de la disponibilidad de recursos y del compromiso de las comunidades educativas.
La planificación escolar en Catalunya se encuentra en un momento de transformación, donde la colaboración entre el gobierno, las escuelas y las familias será crucial para garantizar una educación de calidad para todos los estudiantes. A medida que se acerca la fecha de publicación de la oferta definitiva de plazas, el debate sobre el futuro de la educación pública y concertada en Catalunya seguirá siendo un tema candente en la agenda política y social.