La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado una huella profunda en la vida de muchos estudiantes, especialmente en aquellos que se preparan para la Selectividad. Este es el caso de Ferran, Clara y Michella, tres jóvenes del IES Andreu Alfaro de Paiporta, quienes han enfrentado no solo la presión académica, sino también las secuelas de una catástrofe natural que alteró sus vidas y su educación.
La devastación provocada por la DANA obligó a Michella a levantarse a las 5 de la mañana para asistir a clases, mientras su familia lidiaba con la pérdida de su hogar. A pesar de las adversidades, su sueño de convertirse en diseñadora 3D sigue intacto. Sin embargo, la realidad es que estos estudiantes han perdido meses de clases y han tenido que adaptarse a una nueva normalidad en medio de la crisis.
### La Impactante Realidad de la Educación Afectada por la DANA
La situación en Paiporta ha sido crítica. Durante semanas, los estudiantes cambiaron sus libros por escobas, convirtiendo su instituto en un centro logístico para ayudar a la comunidad afectada. Ferran, con una media de 9,7 en su Bachillerato, y Clara, aspirante a artista, comparten su frustración por la pérdida de tiempo valioso que debería haberse dedicado al estudio. La Selectividad, que tradicionalmente se celebra en junio, se ha visto reprogramada para estos estudiantes, quienes ahora deben rendir cuentas en julio, un mes más tarde de lo habitual.
«Es muy injusto que perdamos un mes de verano, pero no queda otra», lamenta Ferran, quien se enfrenta a la presión de alcanzar una nota de corte de 13,59 sobre 14 para poder acceder a la carrera de Ingeniería Aeroespacial. La nueva convocatoria extraordinaria habilitada por el Consell busca mitigar el impacto de la DANA, pero la realidad es que muchos estudiantes se sienten en desventaja frente a sus compañeros que no han vivido esta experiencia.
El nuevo modelo de Selectividad que se implementará este año añade más temario y elimina las facilidades que existían en años anteriores. Esto ha generado un ambiente de incertidumbre y ansiedad entre los estudiantes, quienes ya enfrentaban un año escolar complicado. La falta de claridad en los modelos de examen y la llegada tardía de los mismos a las aulas complicaron aún más la situación.
### Estrategias de Superación y Adaptación
A pesar de las dificultades, Ferran, Clara y Michella han encontrado formas de adaptarse a la nueva realidad. La primera evaluación del año estuvo marcada por la confusión y la falta de preparación, pero los estudiantes han trabajado arduamente para recuperar el tiempo perdido. «Las primeras semanas fueron una especie de terapia de grupo y de gestión emocional para que todos pudiéramos asimilar lo que nos había pasado», recuerda Clara.
La comunidad educativa ha hecho esfuerzos por apoyar a los estudiantes afectados. Sin embargo, muchos de ellos han tenido que lidiar con la pérdida de compañeros que, debido a la situación, han abandonado el Bachillerato para ayudar a sus familias. Ferran destaca que algunos de sus amigos no han podido regresar a clase, lo que añade una carga emocional adicional a su ya difícil situación.
La Selectividad se llevará a cabo los días 3, 4 y 5 de junio, y aquellos que se vean afectados por la DANA tendrán la oportunidad de presentarse en una segunda convocatoria en julio. Esta medida busca garantizar que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades, independientemente de las circunstancias que hayan enfrentado. Sin embargo, la presión sigue siendo alta, y muchos sienten que el tiempo no ha sido suficiente para prepararse adecuadamente.
La experiencia de estos jóvenes es un reflejo de la resiliencia y la determinación que caracteriza a la juventud valenciana. A pesar de las adversidades, Ferran, Clara y Michella continúan luchando por sus sueños, apoyándose mutuamente en un camino lleno de desafíos. La comunidad educativa y las autoridades están trabajando para asegurar que estos estudiantes tengan las herramientas necesarias para superar esta etapa crucial de sus vidas, pero el impacto de la DANA seguirá presente en sus recuerdos y en su trayectoria académica.
La historia de estos estudiantes es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, la esperanza y el esfuerzo pueden prevalecer. La Selectividad de 2025 será un hito no solo en sus vidas académicas, sino también en su desarrollo personal, marcando un antes y un después en su camino hacia el futuro.