La cifra de diez millones de votos se ha convertido en una obsesión para el Partido Popular (PP) y su líder, Alberto Núñez Feijóo, a medida que se acercan las próximas elecciones generales en España. Esta meta no es casualidad; se remonta a los tiempos de José María Aznar y Mariano Rajoy, quienes lograron superar este umbral en sus respectivas victorias. Sin embargo, el panorama político actual presenta desafíos significativos que Feijóo deberá enfrentar si desea recuperar la Moncloa.
La fragmentación del voto conservador es uno de los principales obstáculos. Desde la ruptura del bipartidismo en 2015, el electorado de derecha se ha dispersado entre el PP, Vox y Ciudadanos. Aunque la suma de estos partidos ha superado los diez millones de votos en elecciones anteriores, el PP ha visto una disminución en su base de apoyo. En las últimas elecciones, el PP obtuvo 8.160.837 votos, mientras que Vox alcanzó 3.057.000. Esto significa que Feijóo necesita atraer a aproximadamente dos millones de votantes adicionales, lo que implica captar a dos de cada tres votantes de Vox o convencer a los electores de centro que se sienten decepcionados con el PSOE de Pedro Sánchez.
### Aglutinando el Voto Conservador
La situación actual es muy diferente a la de los años 2000 y 2011, cuando Aznar y Rajoy no enfrentaban competencia en la derecha. En aquel entonces, el voto conservador estaba unificado, lo que les permitió alcanzar cifras récord. Sin embargo, la fragmentación actual complica la tarea de Feijóo. Las encuestas indican que, aunque ambos partidos compiten por el mismo electorado, Vox no muestra signos de debilidad. De hecho, el último barómetro del GESOP sugiere un leve retroceso para el PP y un crecimiento de Vox, lo que podría dificultar aún más la recuperación del voto conservador.
Feijóo parece estar dirigiendo su atención hacia el electorado de Vox, utilizando un tono más agresivo en sus discursos. Sin embargo, la fidelidad del voto a Vox es notablemente alta, alcanzando casi el 70%, mientras que la del PP se sitúa en el 63%. Esto significa que cualquier intento de Feijóo por atraer a los votantes de Vox podría resultar en una pérdida significativa de apoyo para su propio partido.
Por otro lado, el desgaste del PSOE por escándalos de corrupción y actitudes machistas de algunos de sus miembros podría ofrecer una oportunidad para que el PP capture votos de electores desencantados. Según el GESOP, un 7% de los votantes del PSOE podrían estar dispuestos a apoyar al PP, lo que podría traducirse en alrededor de 547.000 nuevos votos. Sin embargo, esto aún dejaría a Feijóo a la mitad de su objetivo de diez millones.
### Estrategias para Captar Nuevos Electores
El voto femenino es otro campo donde el PP podría intentar ganar terreno. Históricamente, las mujeres han tendido a votar por el PSOE, pero recientes encuestas muestran un cambio en esta tendencia. En un mes, la intención de voto hacia Sánchez entre las mujeres cayó del 26,2% al 19,4%, mientras que el PP aumentó del 16,2% al 18,5%. Este cambio podría ser crucial para Feijóo, especialmente si se enfoca en las preocupaciones de las mujeres, como la corrupción y los comentarios machistas que han salido a la luz.
En cuanto al voto joven, las encuestas indican que Vox ha ganado popularidad entre los hombres jóvenes, lo que representa un desafío para el PP. Sin embargo, Feijóo podría intentar atraer a este grupo abordando temas relevantes como la vivienda y la educación, que son de gran interés para los jóvenes.
Los indecisos también representan un segmento importante del electorado, con alrededor del 17% de los votantes aún sin decidir. El PSOE tiene la mayor proporción de indecisos, lo que podría ser un terreno fértil para el PP si logra presentar una alternativa convincente. Sin embargo, Feijóo debe tener cuidado de no alienar a sus propios indecisos, que pueden sentirse frustrados por su necesidad de equilibrar las demandas de las diferentes facciones dentro de su partido.
Finalmente, la movilización de los abstencionistas es crucial. En las últimas elecciones, la abstención alcanzó un récord histórico del 33,41%. Este grupo es menos leal y más susceptible a cambiar su voto, lo que significa que Feijóo podría tener una oportunidad si logra motivar a estos votantes a participar en el proceso electoral.
El camino hacia los diez millones de votos es complejo y lleno de desafíos. Feijóo deberá navegar por un paisaje político fragmentado, atraer a votantes de diferentes sectores y, al mismo tiempo, mantener la cohesión dentro de su propio partido. La estrategia que adopte en los próximos meses será fundamental para determinar su éxito en las próximas elecciones.