La vida de Conchi Abellán ha dado un giro radical en los últimos meses. La exlíder de Podem Catalunya, conocida por su fuerte compromiso político, ha dejado atrás su carrera en la política para dedicarse a su verdadera pasión: la peluquería. En una reciente entrevista, Abellán compartió su experiencia y reflexiones sobre su transición de la política a la vida cotidiana en su salón de Rubí, donde se siente más feliz y realizada que nunca.
### Un Nuevo Comienzo
Conchi Abellán, originaria de Mataró y nacida en 1984, ha estado en el ojo público durante años debido a su papel en la política catalana. Sin embargo, tras una intensa carrera que incluyó ser diputada en el Parlament y liderar Podem Catalunya, decidió que era hora de un cambio. «Me gusta la peluquería desde que vi ‘Eduardo Manostijeras'», confiesa con una sonrisa. Este amor por el arte de la peluquería la llevó a abrir su propio salón, donde ahora se dedica a cuidar de sus clientes y a disfrutar de la vida lejos de la presión política.
Abellán recuerda que su salida de la política no fue fácil. Después de enfrentar múltiples desafíos, incluyendo un divorcio con Sumar y tensiones internas en su partido, llegó a un punto de ansiedad que la llevó a tomar la difícil decisión de dejarlo todo. «Necesitaba parar, salir de ahí. Llegué a un nivel de ansiedad incontrolable, era coger el móvil y echarme a llorar», relata. Su decisión de renunciar fue firme y definitiva, y se plasmó en una carta que envió a la dirección del partido, dejando claro que su tiempo en la política había llegado a su fin.
### La Peluquería como Reflejo de la Sociedad
Ahora, en su peluquería, Abellán ha encontrado un nuevo propósito. Define su salón como un «radar» de lo que preocupa a la gente. «¡Menudos debates se forman aquí los sábados!», dice, refiriéndose a las conversaciones que surgen entre sus clientes mientras les corta el cabello. Desde temas políticos hasta preocupaciones cotidianas, su salón se ha convertido en un espacio donde la comunidad se reúne para compartir sus pensamientos y experiencias.
A pesar de haber dejado la política, Abellán sigue comprometida con sus ideales. Su salón no solo es un lugar de trabajo, sino también un espacio donde puede seguir influyendo en su comunidad. «Mi partido es y seguirá siendo Podemos», afirma, destacando que aunque ya no esté en la primera línea política, sigue en contacto con figuras clave del partido, incluyendo a Pablo Iglesias.
La exlíder de Podem también reflexiona sobre la necesidad de diversificar la representación en la política. «La política no puede ser una plataforma de vida y hacen falta amas de casa, cocineros… ¿Cómo vas a atraer esos perfiles si te cuesta hablar como ellos?», plantea. Esta perspectiva es especialmente relevante en un momento en que la desconexión entre los políticos y la ciudadanía parece estar en aumento.
Abellán ha encontrado en su trabajo como peluquera una forma de tener un impacto directo en la vida de las personas. «Ejerciendo de peluquera, mi acción tiene un impacto directo en la persona que tengo entre manos», explica. Esta conexión personal es algo que siente que falta en el ámbito político, donde a menudo se pierde el contacto con la realidad de la gente común.
### Reflexiones sobre la Política Actual
A pesar de su amor por la peluquería, Abellán no se aleja completamente de la política. En sus conversaciones con los clientes, aborda temas que le preocupan profundamente, como el acceso a la vivienda y la sanidad pública. Sin embargo, su visión de la política ha cambiado drásticamente. Reniega de lo que llama «política TikTok», que se centra más en la imagen y menos en el cambio real. «Hay un mundo entre la política y la gente», lamenta, enfatizando la necesidad de un enfoque más auténtico y comprometido.
Su experiencia en la política le ha proporcionado una perspectiva única sobre la desconexión que a menudo existe entre los líderes y la ciudadanía. Abellán reconoce que, aunque ha dejado la política, sigue siendo una activista en su comunidad, utilizando su plataforma como peluquera para fomentar el diálogo y la conciencia social.
La historia de Conchi Abellán es un recordatorio de que la vida puede tomar giros inesperados y que a veces es necesario dar un paso atrás para encontrar la verdadera felicidad. Su viaje de la política a la peluquería no solo refleja su búsqueda personal de bienestar, sino también un compromiso continuo con su comunidad y sus ideales. En un mundo donde la política a menudo parece distante y desconectada, Abellán se ha convertido en un ejemplo de cómo se puede hacer una diferencia desde el lugar más inesperado.