Durante las últimas cuatro décadas, Afganistán ha sido escenario de conflictos interminables, lo que ha llevado a millones de afganos a buscar refugio en países vecinos como Irán y Pakistán. Estos países han ofrecido asilo temporal o permanente a aquellos que huyen de la guerra, la pobreza y el autoritarismo de los regímenes afganos. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos meses, ya que cerca de 1,3 millones de afganos han sido forzados a abandonar Irán y alrededor de 300,000 han salido de Pakistán, creando una crisis humanitaria sin precedentes.
La repatriación forzada de afganos desde Irán se ha intensificado desde principios de 2025, cuando el gobierno iraní anunció planes para deportar a todos los afganos en situación irregular. La portavoz del régimen, Fatemeh Mohajerani, ha enfatizado que la seguridad nacional es una prioridad y que los extranjeros ilegales deben regresar a sus países de origen. Esta política ha llevado a que miles de afganos sean deportados en condiciones inhumanas, muchos de ellos sin más pertenencias que las que llevan puestas.
Las organizaciones humanitarias, como ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), han expresado su preocupación por la situación de los repatriados. Babar Baloch, portavoz de ACNUR, ha señalado que muchos de los deportados llegan a la frontera exhaustos y hambrientos, y que muchos de ellos nacieron en Irán, lo que complica aún más su retorno a un país que no conocen. La situación en los pasos fronterizos es caótica, con miles de afganos esperando para cruzar a un país que ya está devastado por la guerra y gobernado por un régimen talibán que ha impuesto severas restricciones a las mujeres y niñas.
### La Realidad de la Repatriación Forzada
La repatriación de afganos desde Irán no es un fenómeno aislado. Desde Pakistán, también se han registrado deportaciones masivas, lo que ha creado un desafío monumental para Afganistán, que ya enfrenta una crisis humanitaria y económica. Aunque los talibanes han recibido a los repatriados, la realidad es que el país no tiene la capacidad para proporcionar los servicios básicos que estos necesitan para reintegrarse. La falta de infraestructura, la escasez de alimentos y la inseguridad son solo algunos de los problemas que enfrentan los afganos que regresan.
La situación se ha vuelto aún más complicada debido a la reciente escalada de tensiones en la región, especialmente con el conflicto entre Irán e Israel. Esta situación ha llevado a un aumento de la retórica antiafgana en Irán, donde se han reportado redadas en centros de trabajo y detenciones de afganos en puestos de control militar. Las autoridades iraníes han advertido que cualquier propiedad alquilada a afganos será confiscada, lo que ha llevado a muchos a huir por miedo a represalias.
La OIM ha indicado que la mitad de los afganos deportados lo han hecho de manera forzada, mientras que el resto ha optado por regresar por miedo a ser detenidos. La situación en los pasos fronterizos es desesperante, con miles de personas esperando para cruzar a un país que no puede ofrecerles un futuro seguro. La asistencia humanitaria ha caído drásticamente, y las organizaciones están luchando para satisfacer las necesidades de aquellos que regresan. Según la OIM, solo el 10% de las personas que necesitan ayuda están recibiendo asistencia debido a la falta de financiación.
### El Futuro de los Refugiados Afganos
La deportación masiva de afganos plantea serias preocupaciones sobre el futuro del país y la posibilidad de una nueva ola de migración hacia Europa. Muchos expertos advierten que el desarraigo de los afganos de sus países de acogida y la falta de estabilidad en su país de origen podrían llevar a un aumento en la migración hacia otros destinos. Baloch, de ACNUR, ha señalado que la situación actual tiene el potencial de acelerar la migración de afganos hacia Europa, ya que se encuentran atrapados entre la falta de oportunidades en Irán y Pakistán y la inseguridad en Afganistán.
La situación de las mujeres y niñas afganas es particularmente alarmante. Desde que los talibanes retomaron el poder, han impuesto un régimen de apartheid de género, prohibiendo la educación de niñas mayores de 12 años y restringiendo su acceso a espacios públicos y profesiones. Este contexto de represión y violencia ha llevado a muchas mujeres a temer por su vida y su futuro, lo que aumenta la urgencia de encontrar soluciones a esta crisis humanitaria.
En resumen, la deportación de más de 1,5 millones de afganos desde Irán y Pakistán no solo representa una crisis humanitaria inmediata, sino que también plantea desafíos a largo plazo para la estabilidad de Afganistán y la región. La comunidad internacional debe actuar con rapidez para abordar esta situación y proporcionar el apoyo necesario a quienes se ven obligados a regresar a un país en crisis.