La situación en Gaza se ha vuelto insostenible tras la reciente decisión de la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG) de suspender la distribución de ayuda humanitaria. Este anuncio, realizado el 4 de junio de 2025, se produce en medio de un contexto de violencia extrema y caos en los puntos de distribución de asistencia, donde más de un centenar de palestinos han perdido la vida en los últimos días. La FHG, que opera en el enclave desde el 27 de mayo, ha justificado su decisión por el elevado número de solicitantes de ayuda y la inseguridad en las rutas de acceso a los centros de distribución.
La FHG ha indicado que, en promedio, alrededor de 15,000 personas por hora buscan asistencia, lo que ha desbordado su capacidad operativa. Además, la organización ha señalado que la presencia de tropas israelíes en las cercanías de los puntos de distribución ha complicado aún más la situación. Un portavoz de la FHG ha mencionado que esta suspensión permitirá al Ejército israelí preparar rutas de acceso más seguras para la entrega de ayuda en el futuro.
La decisión de la FHG ha generado una ola de críticas y preocupación entre la comunidad internacional, especialmente después de que Naciones Unidas denunciara que Israel había impedido la distribución de ayuda humanitaria por parte de sus agencias. Actualmente, hay alrededor de 600 camiones llenos de asistencia humanitaria en el lado palestino del paso de Kerem Shalom, pero no pueden salir debido a la inseguridad en la región. Los funcionarios de la ONU han estado en constantes negociaciones con las autoridades israelíes para facilitar la entrega de esta ayuda, pero hasta ahora no han logrado obtener el permiso necesario.
### La Violencia en los Puntos de Distribución
La violencia en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con informes de matanzas en los puntos de distribución de alimentos. Desde el inicio de la operación de la FHG, más de 100 palestinos han sido asesinados por las fuerzas israelíes mientras intentaban acceder a la ayuda. Esta situación ha llevado a un aumento de la desesperación entre la población, que se enfrenta a una grave crisis humanitaria exacerbada por el bloqueo y la falta de recursos básicos.
El Ejército israelí ha confirmado que está prohibido viajar por las carreteras que conducen a los centros de distribución y que la entrada a estos lugares está estrictamente controlada. Esta medida ha sido justificada por las autoridades israelíes como una forma de garantizar la seguridad, pero ha sido criticada por organizaciones humanitarias que argumentan que está contribuyendo a la crisis humanitaria en la región.
La FHG ha anunciado que, además de la suspensión de la ayuda, se ha producido un cambio en su liderazgo. Johnnie Moore, un líder evangélico y asesor del expresidente estadounidense Donald Trump, ha sido nombrado nuevo director de la organización. Su nombramiento se produce tras la renuncia del anterior director, quien dejó el cargo debido a la imposibilidad de garantizar la independencia de la fundación frente a los intereses israelíes. Este cambio en la dirección de la FHG ha suscitado dudas sobre la capacidad de la organización para operar de manera efectiva en un entorno tan complicado.
### La Respuesta Internacional y el Futuro de la Ayuda Humanitaria
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Gaza y ha instado a las partes involucradas a encontrar una solución que permita la entrega de ayuda humanitaria de manera segura y efectiva. La ONU ha reiterado la necesidad urgente de que Israel permita la distribución de asistencia a la población civil, que se encuentra en una situación crítica debido a la falta de alimentos, medicinas y otros suministros básicos.
A medida que la violencia continúa y la situación humanitaria se deteriora, la presión sobre la comunidad internacional para actuar se intensifica. Organizaciones no gubernamentales y activistas han llamado a la acción, pidiendo a los gobiernos que tomen medidas para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a quienes más la necesitan. Sin embargo, la complejidad del conflicto y las tensiones políticas en la región complican aún más la posibilidad de una solución rápida.
La crisis en Gaza es un recordatorio de la fragilidad de la paz en la región y de la necesidad de un enfoque coordinado y humanitario para abordar las necesidades de la población civil. Mientras tanto, la suspensión de la ayuda humanitaria por parte de la FHG plantea serias interrogantes sobre el futuro de la asistencia en Gaza y la capacidad de las organizaciones humanitarias para operar en un entorno tan hostil.