La situación en la Franja de Gaza se ha vuelto crítica tras los recientes ataques del ejército israelí, que han puesto en peligro la vida de los trabajadores humanitarios y de la población civil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado que sus instalaciones en Deir al Balah fueron atacadas, comprometiendo gravemente sus operaciones en la región. Este artículo explora los detalles de estos ataques y las implicaciones humanitarias que conllevan.
**Ataques a Instalaciones Humanitarias**
El ejército israelí ha intensificado su ofensiva en Gaza, y uno de los episodios más alarmantes ocurrió cuando las fuerzas israelíes bombardearon la residencia del personal de la OMS y su almacén principal en Deir al Balah. Según informes, estos ataques se llevaron a cabo en varias ocasiones, causando incendios y daños significativos. La OMS ha expresado su preocupación por la seguridad de su personal y sus familias, que incluyen a niños.
El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha exigido la liberación inmediata de los miembros del personal que fueron detenidos durante estos ataques. La OMS ha informado que, a pesar de los ataques, su personal permanecerá en Deir al Balah y ampliará sus operaciones, lo que demuestra su compromiso con la asistencia humanitaria en medio de la crisis.
Además, el ejército israelí ha llevado a cabo operaciones en las que han obligado a mujeres y niños a evacuar a pie, mientras que el personal masculino fue esposado y sometido a interrogatorios. Este tipo de acciones no solo pone en riesgo a los trabajadores humanitarios, sino que también agrava la situación de los civiles que ya sufren las consecuencias del conflicto.
**Impacto en la Población Civil**
La violencia en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con un número creciente de víctimas civiles. En un ataque reciente en un campamento de refugiados en la zona norte de Al Shati, al menos 14 personas murieron y otras 25 resultaron heridas. Entre las víctimas se encontraban varios niños y mujeres, lo que resalta la naturaleza indiscriminada de los ataques.
Desde el inicio de la invasión israelí en octubre de 2023, más de 59,000 gazatíes han perdido la vida, la mayoría de ellos mujeres y niños. Las autoridades palestinas han informado que más de 142,000 personas han resultado heridas, muchas de ellas con lesiones permanentes. Esta situación ha generado un clima de desesperación y caos en la región, donde la población civil se encuentra atrapada entre el fuego cruzado.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y la falta de protección para los civiles. Organizaciones humanitarias han instado a las partes en conflicto a respetar el derecho internacional y a garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios que operan en la región. La situación en Gaza es un recordatorio doloroso de las consecuencias devastadoras de los conflictos armados, donde los más vulnerables son los que más sufren.
En medio de esta crisis, la OMS y otras organizaciones humanitarias continúan trabajando para proporcionar asistencia a los afectados, a pesar de los riesgos que enfrentan. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para abordar esta crisis humanitaria y garantizar que se respeten los derechos de todos los civiles en Gaza.