La reciente discusión en la Asamblea Regional de Murcia ha puesto de manifiesto la tensión entre los diferentes partidos políticos en relación con los presupuestos regionales para 2025. La diputada de Podemos, María Marín, ha sido una de las voces más críticas, señalando que el cierre del centro de protección de menores Rosa Peñas, programado para después del verano, es una decisión que pone en riesgo la vida de 60 niños vulnerables. Este cierre ha sido una de las condiciones impuestas por Vox para apoyar las cuentas de la Administración regional, lo que ha generado un intenso debate en el parlamento.
María Marín no escatimó en palabras duras al acusar a la consejera de Política Social, Conchita Ruiz, de haber “vendido a 60 niños vulnerables” y de ser “la peor consejera de Política Social de la historia de la Región”. La diputada recordó que el cierre del centro ya había sido acordado en 2019, pero que había sido bloqueado por la exconsejera Isabel Franco. Ahora, con la inclusión del cierre en los presupuestos de 2025, Marín considera que la situación es aún más grave. La diputada de Podemos denunció que estos presupuestos se están aprobando “a costa de vidas humanas y del futuro de menores tutelados”, refiriéndose a lo que ella califica como “Presupuestos del odio”.
Por su parte, Conchita Ruiz defendió la decisión de cerrar el centro de Santa Cruz, argumentando que se está implementando un nuevo modelo de protección de menores que se basa en pequeñas unidades de convivencia, más adaptadas a las necesidades de los niños. Ruiz afirmó que el modelo de grandes centros residenciales ha demostrado ser insuficiente y que ya hay 15 entidades que han adaptado sus espacios a este nuevo enfoque. En respuesta a las críticas de Marín, Ruiz se mostró orgullosa de su trabajo y lanzó una dura crítica a Podemos, acusándolos de ser cómplices de un gobierno central que ha cedido competencias migratorias a quienes no creen en el Estado.
La discusión no solo se limitó al cierre del centro de menores, sino que también abarcó el acuerdo entre el Gobierno regional y Vox, que incluye la prohibición de desarrollar programas educativos relacionados con la lengua árabe y la cultura marroquí en los centros educativos. Esta decisión ha generado una fuerte reacción por parte del PSOE, que acusó al Gobierno de Fernando López Miras de “humillarse ante Vox” y de pactar “odio y racismo”. El consejero de Educación, Víctor Marín, minimizó la importancia del programa, calificándolo de “exiguo” y fuera del currículo oficial, lo que ha llevado a un intercambio de acusaciones entre los diferentes partidos.
El diputado socialista Miguel Ortega criticó que el Ejecutivo regional haya bloqueado la participación activa en el programa de lengua árabe, que se desarrolla en otras comunidades autónomas bajo un acuerdo internacional con Marruecos. Ortega consideró que el cierre del centro de menores y la continuidad del plan lingüístico se han convertido en “teatros políticos” para satisfacer a su socio de ultraderecha. En su defensa, el consejero de Educación argumentó que el programa no forma parte del currículo oficial y se imparte solo en horario extraescolar, con participación voluntaria. Sin embargo, esta justificación no ha convencido a la oposición, que ve en estas decisiones una falta de compromiso con la diversidad y la inclusión.
La situación en la Asamblea de Murcia refleja una fractura profunda entre la izquierda y la derecha, donde las decisiones políticas parecen estar más influenciadas por las exigencias de los partidos de extrema derecha que por el bienestar de los ciudadanos. La defensa de los derechos de los menores y la promoción de la diversidad cultural se han convertido en temas de debate candente, y la forma en que se gestionen estos asuntos en el futuro será crucial para el desarrollo social y educativo de la región. La presión sobre el Gobierno regional para que reconsidere sus decisiones y busque un enfoque más inclusivo y humano es cada vez más evidente, y la respuesta de los ciudadanos a estas políticas será un factor determinante en las próximas elecciones.