La devastación causada por el temporal de DANA en octubre de 2024 ha dejado una huella profunda en la Comunitat Valenciana, especialmente en lo que respecta a la pérdida de vehículos. A medida que se acerca el primer aniversario de este desastre natural, más de 800 coches siguen desaparecidos, y sus propietarios enfrentan un nuevo desafío: la posible devolución de las ayudas económicas que recibieron tras la catástrofe. Este artículo explora la situación actual de los afectados y las acciones que se están tomando para resolver este problema.
La DANA, que afectó severamente a la Vega Baja, l’Alacantí y diversas comarcas de Castellón y Valencia, provocó inundaciones históricas que inutilizaron miles de vehículos. En respuesta, la Generalitat Valenciana implementó un programa de ayudas que oscilaba entre 2.000 y 8.000 euros, dependiendo del tipo de coche. Sin embargo, la situación se ha complicado debido a que muchos de estos vehículos aún no han sido localizados, lo que ha dejado a sus dueños en un limbo burocrático.
### La Injusticia Administrativa y el Riesgo de Devolución de Ayudas
La normativa vigente establece que solo aquellos que puedan demostrar la baja definitiva de su vehículo tienen derecho a mantener las ayudas. Esto se encuentra estipulado en el artículo 37 de la Ley General de Subvenciones y el Decreto 182/2024, que regula las ayudas por la DANA. En consecuencia, los propietarios de los coches desaparecidos podrían verse obligados a devolver las ayudas que ya han recibido, lo que representa una carga económica adicional en un momento ya difícil.
La preocupación es palpable entre los afectados. Muchos de ellos han expresado su angustia ante la posibilidad de tener que reintegrar sumas que, en algunos casos, superan los 5.000 euros. Esta situación no solo afecta a su estabilidad financiera, sino que también agrava el impacto emocional de haber perdido su vehículo en un evento tan devastador.
La Generalitat Valenciana ha tomado cartas en el asunto y ha solicitado a la Dirección General de Tráfico (DGT) la creación de un procedimiento extraordinario que permita a los propietarios de coches desaparecidos gestionar la baja administrativa sin necesidad de un peritaje. Esta medida busca evitar que los afectados pierdan las ayudas por una situación que escapa a su control.
### La Respuesta de la Generalitat y la Espera de Soluciones
La consellera de Hacienda y Economía, Ruth Merino, ha sido clara en su comunicación con la DGT, enfatizando la necesidad de actuar con rapidez. Entre las medidas propuestas se encuentran la autorización de bajas administrativas para vehículos desaparecidos y el reconocimiento de las ayudas como válidas, incluso si el coche no ha podido ser localizado. La Generalitat insiste en que es crucial evitar procesos de devolución que agraven la vulnerabilidad económica de los afectados.
Los testimonios de los damnificados reflejan una situación desesperante. Muchos han relatado cómo sus coches fueron arrastrados por las aguas hacia barrancos o cauces fluviales, y a pesar de los esfuerzos de rescate, nunca se recuperaron. Un vecino de Paiporta compartió su frustración, señalando que, aunque su coche ha desaparecido, no puede completar el trámite de baja porque no tiene el vehículo físicamente.
En el portal oficial de la Generalitat se ha indicado que las ayudas solo deben devolverse en los casos previstos por ley, pero también reconocen que la situación de los coches desaparecidos no está normativamente resuelta. Esto ha llevado a la Generalitat a instar a la DGT a encontrar una solución antes de que finalice 2025, ya que ese es el plazo en el que se cerrarán los expedientes de subvenciones.
A pesar de las gestiones realizadas, la DGT aún no ha emitido un decreto o instrucción específica que brinde cobertura a los afectados. La incertidumbre persiste, y los más de 800 damnificados continúan esperando una respuesta del Gobierno. Sin una acción clara, estos propietarios podrían verse obligados a devolver ayudas que ya consideraban aseguradas, lo que añadiría un nuevo capítulo de angustia a una situación ya crítica.
La crisis provocada por la DANA no solo ha dejado daños materiales, sino que también ha generado un profundo impacto en la vida de muchas familias. La falta de un vehículo no solo afecta la movilidad, sino que también repercute en la capacidad de los afectados para llevar a cabo sus actividades diarias. La espera de soluciones por parte de la DGT se convierte en un tema de gran relevancia, no solo para los afectados, sino para toda la sociedad que observa cómo un desastre natural puede desencadenar una serie de problemas administrativos y económicos que parecen no tener fin.