La cocaína ha dejado de ser una sustancia marginal para convertirse en un fenómeno social y cultural en España. En las últimas décadas, su consumo ha aumentado de manera alarmante, y el país se ha posicionado como uno de los principales consumidores a nivel mundial. Este artículo explora las razones detrás de este auge y cómo la cocaína ha sido normalizada en la vida cotidiana de muchos españoles.
La historia de la cocaína en España se remonta a los años 80, cuando comenzó a ser popular entre las clases altas y los círculos de la jet set. Desde entonces, su presencia ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en una droga accesible y común en diversas capas sociales. Según David López Canales, autor del ensayo «¿Una rayita?», el consumo de cocaína en España está profundamente arraigado en la cultura del ocio y la búsqueda de experiencias intensas.
### La Normalización del Consumo de Cocaína
Uno de los aspectos más sorprendentes del consumo de cocaína en España es su normalización. En muchas fiestas, el uso de esta droga se ha vuelto tan común que ya no se oculta en los baños, sino que se consume abiertamente en las estanterías de los hogares. Esta tendencia refleja un cambio en la percepción social de la cocaína, que ha pasado de ser vista como una sustancia peligrosa a ser considerada parte del entretenimiento y la diversión.
López Canales señala que el estilo de vida español, caracterizado por la sociabilidad y la vida al aire libre, ha contribuido a esta normalización. Las «terrazas» y los encuentros sociales son escenarios donde el consumo de cocaína se ha vuelto habitual. Además, la estabilidad en el precio de la droga, que ha permanecido prácticamente inalterado durante décadas, ha facilitado su accesibilidad. En este sentido, el autor menciona que el gramo de cocaína costaba 10.000 pesetas hace 40 años y sigue costando alrededor de 60 euros hoy en día.
La disponibilidad de la cocaína en el mercado español también ha sido un factor determinante en su consumo. España se ha convertido en un puerto de entrada clave para la cocaína en Europa, lo que ha permitido que la oferta se mantenga alta y los precios bajos. Esto ha llevado a que el consumo de cocaína se triplique en los últimos 15 años, con un aumento significativo en la producción de la droga a nivel mundial.
### La Búsqueda de Placer Inmediato
La cultura del placer inmediato es otra de las razones que explican el auge del consumo de cocaína en España. En una sociedad donde las redes sociales y el consumo instantáneo son la norma, la cocaína se presenta como una forma de obtener una gratificación rápida. López Canales argumenta que el uso de la cocaína se asemeja a la búsqueda de «likes» en las redes sociales, donde cada pequeño estímulo se traduce en un aumento de dopamina en el cerebro.
Este fenómeno no solo se limita al consumo de drogas ilegales. También se observa en el uso de ansiolíticos y sedantes, que son drogas legales pero igualmente problemáticas. La falta de conversación sobre estos temas, tanto en el ámbito público como privado, contribuye a que el consumo de cocaína y otras sustancias se mantenga en la sombra. A pesar de que España destaca en el número de personas que buscan tratamiento por adicción a la cocaína, el estigma asociado a estas adicciones sigue siendo un obstáculo para abrir un diálogo sincero sobre el tema.
El autor también menciona que la representación de la cocaína en la cultura popular ha influido en su percepción. Series de televisión y películas han normalizado el uso de esta droga, presentándola como parte de la vida cotidiana de los personajes. Esto ha llevado a que muchos jóvenes vean el consumo de cocaína como algo glamuroso y deseable, en lugar de reconocer los riesgos y consecuencias asociados.
En resumen, la cocaína ha pasado de ser una sustancia marginal a convertirse en un fenómeno cultural en España. Su normalización en la vida social, la búsqueda de placer inmediato y la falta de conversación abierta sobre las adicciones son factores que han contribuido a este cambio. A medida que el consumo de cocaína sigue creciendo, es fundamental abordar el tema con seriedad y sin estigmas, para poder entender y enfrentar los desafíos que plantea esta situación.