Barruelo de Santullán, un pequeño pueblo minero en la montaña palentina, ha experimentado un notable cambio demográfico en el último año. A finales de los años 40, este municipio contaba con más de 12,000 habitantes, pero la clausura de las minas de carbón y la migración hacia ciudades más grandes provocaron una drástica disminución de su población, que se redujo a apenas 1,200 vecinos. Sin embargo, en un giro inesperado, el alcalde Cristián Delgado ha anunciado que en el último año han ganado 62 nuevos habitantes, un indicativo de que algo está cambiando en esta localidad.
### La Iniciativa Conecta Rural
La clave de este resurgimiento se encuentra en el proyecto Conecta Rural, respaldado por una subvención de la Junta de Castilla y León. Este programa ha sido fundamental para revitalizar la economía local y mejorar la calidad de vida en Barruelo. Según Delgado, la idea surgió de conversaciones informales entre alcaldes que buscaban soluciones concretas para atraer nuevos residentes. «La gente busca una calidad de vida que no tiene en la ciudad», afirma el alcalde, quien ha trabajado en conjunto con Jesús María Mediavilla, alcalde de Brañosera, otro municipio cercano que enfrenta desafíos similares.
Con la financiación obtenida, que asciende a 68,000 euros en la primera edición y 100,000 en la segunda, ambos municipios han implementado diversas estrategias para atraer a nuevos vecinos. Esto incluye la creación de un parque de viviendas a precios accesibles y la oferta de bonificaciones fiscales para quienes decidan mudarse. Delgado destaca que el ayuntamiento acompaña a los interesados en todo el proceso, desde la compra de una casa hasta la integración en la comunidad, facilitando contactos con inmobiliarias y presentando las instalaciones locales como colegios y guarderías.
### Atraer Nuevos Residentes
Este verano, Barruelo ha recibido varias visitas de familias catalanas, resultado de una campaña de promoción que se llevó a cabo en Barcelona y Sevilla. Durante estas presentaciones, el alcalde se mostró sorprendido por la gran afluencia de público. «En Barcelona, el auditorio estaba a reventar», comenta, añadiendo que muchos asistentes eran personas nostálgicas que tenían raíces en la zona, así como otros dispuestos a dejar sus trabajos en busca de una vida más tranquila y asequible.
Aunque hasta ahora no se ha concretado ninguna mudanza de catalanes, varios han mostrado interés, consultando sobre colegios y opciones de vivienda. La oferta de vivienda en Barruelo es atractiva, con precios que rondan los 600 euros por metro cuadrado en el mercado de segunda mano, lo que contrasta con los altos costos de alquiler en ciudades como Aguilar de Campoo, situada a solo 15 kilómetros.
El ayuntamiento también ha establecido convenios con empresas locales para facilitar la inserción laboral de los nuevos residentes, actuando como intermediarios entre empleadores y potenciales trabajadores. Delgado enfatiza la importancia de la comunidad en este proceso, destacando que Barruelo es un lugar acogedor donde es fácil adaptarse, gracias a su historia de inmigración laboral.
### Un Futuro Prometedor
La repoblación de Barruelo ha tenido un impacto significativo en la demografía del pueblo, reduciendo la edad media de sus habitantes de 65 a 52 años. Este cambio es alentador, ya que un mayor número de jóvenes puede contribuir a revitalizar la economía local y fomentar un ambiente dinámico. Además, la disponibilidad de viviendas asequibles es un factor clave que diferencia a Barruelo de otras áreas de la España vaciada, donde la falta de propiedades en buen estado y la dificultad para alquilar son obstáculos comunes.
El alcalde también ha mencionado iniciativas para rehabilitar edificios históricos, como la antigua Escuela de Artes y Oficios, que se transformará en viviendas de alquiler social con opción a compra. Estas acciones son parte de un esfuerzo más amplio para combatir la despoblación desde el territorio, con un enfoque en la creación de infraestructuras y servicios que hagan de Barruelo un lugar atractivo para vivir y trabajar.
La educación también ha sido una prioridad en este proceso de repoblación. El colegio local ha visto un aumento en su matrícula, pasando de 36 a 63 alumnos en pocos años. El ayuntamiento financia los libros de texto y ofrece ayudas para material escolar y actividades extraescolares, lo que hace que la educación en Barruelo sea aún más accesible para las familias que deciden mudarse.
En resumen, Barruelo de Santullán se presenta como un modelo a seguir para otros municipios que enfrentan el desafío de la despoblación. Con iniciativas innovadoras y un enfoque en la calidad de vida, este pueblo está demostrando que es posible revertir la tendencia de la despoblación y atraer a nuevos residentes en busca de un cambio de vida.