La ciudad de Barcelona está experimentando un notable progreso en la implementación de proyectos financiados por los fondos europeos Next Generation EU. Según el Ayuntamiento de Barcelona, se ha ejecutado el 88% del total de los fondos asignados, lo que representa una inversión de 374,3 millones de euros de un total de 425,3 millones. Este avance es significativo, ya que el consistorio tiene como objetivo completar el 100% de los proyectos antes de junio de 2026. Además, se han gestionado 111,5 millones de euros adicionales por parte del Consorci de l’Habitatge de Barcelona, destinados a la rehabilitación y regeneración urbana, lo que suma un total de 32 subvenciones que han impulsado 143 actuaciones transformadoras en toda la ciudad.
La gerente municipal, Laia Claverol, ha destacado la magnitud de esta inversión y el alto nivel de ejecución alcanzado. «Estamos satisfechos de haber gestionado tan bien unos recursos que han ampliado la capacidad de inversión del Ayuntamiento. Los hemos destinado a ámbitos clave como la electrificación, la movilidad, el turismo y la promoción económica de la ciudad», comentó Claverol. Esta declaración subraya la importancia de estos fondos no solo en términos económicos, sino también en su capacidad para transformar la infraestructura y los servicios de la ciudad.
Los proyectos financiados abarcan una amplia gama de áreas municipales. Departamentos como Cultura, Educación, Feminismos y LGTBI, Movilidad e Infraestructuras, Servicios Urbanos y Urbanismo han ejecutado la totalidad de su presupuesto. En particular, los avances en Derechos Sociales y Salud han alcanzado un 94% de ejecución, mientras que Barcelona Serveis Municipals ha llegado al 82%. Esto demuestra un compromiso integral por parte del Ayuntamiento para abordar las diversas necesidades de la población barcelonesa.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la ampliación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que busca reducir la contaminación y promover un entorno más saludable para los ciudadanos. Asimismo, el Plan de Sostenibilidad Turística de Barcelona se ha puesto en marcha para garantizar que el turismo en la ciudad sea sostenible y beneficioso tanto para los visitantes como para los residentes. La instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos es otra de las medidas que se están implementando, contribuyendo a la movilidad sostenible y a la reducción de emisiones de carbono.
La creación de nuevas plazas de educación infantil también es un aspecto importante de estos proyectos, ya que responde a la creciente demanda de servicios educativos en la ciudad. Además, se están llevando a cabo obras de rehabilitación de edificios emblemáticos, como los pabellones del Palau de Pedralbes y el recinto de Palo Alto, en el marco del programa PIREP Local, que busca revitalizar espacios históricos y culturales.
En el ámbito social, el proyecto Amunt se ha diseñado para impulsar itinerarios de inclusión para personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital, asegurando que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan. Esta iniciativa es un claro ejemplo de cómo los fondos europeos están siendo utilizados para fomentar la cohesión social y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Los fondos Next Generation EU, que cuentan con un presupuesto total de más de 750.000 millones de euros para toda Europa, fueron creados con el objetivo de reactivar la economía tras la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. Además, buscan acelerar la transición ecológica y digital en todos los países miembros de la Unión Europea. En este contexto, Barcelona se posiciona como un modelo a seguir en la ejecución de proyectos que no solo benefician a la economía local, sino que también contribuyen a un futuro más sostenible y equitativo.
La implementación de estos proyectos en Barcelona no solo representa un avance significativo en términos de inversión, sino que también refleja un compromiso con la sostenibilidad y la innovación. La ciudad está aprovechando estos fondos para transformar su infraestructura, mejorar los servicios públicos y fomentar un entorno más inclusivo y accesible para todos sus habitantes. A medida que se acercan las fechas límite para la ejecución de estos proyectos, el Ayuntamiento de Barcelona continúa trabajando arduamente para garantizar que cada euro invertido tenga un impacto positivo en la vida de los ciudadanos y en el futuro de la ciudad.