La ciudad de Barcelona se ha convertido en el epicentro de un movimiento significativo en torno a los derechos culturales, albergando el evento Ágora Cívica, que se desarrolla en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). Este foro, que se lleva a cabo desde el 26 de septiembre hasta el 1 de octubre de 2025, reúne a expertos, activistas y autoridades para discutir la importancia de la participación ciudadana en la cultura. La relatora especial de las Naciones Unidas en el ámbito de los derechos culturales, Alexandra Xanthaki, enfatizó en la conferencia inaugural que «la clave es garantizar la participación real de todas las personas en la cultura». Este evento no solo busca fomentar el diálogo, sino también influir en las decisiones que se tomarán en la conferencia mundial Mondiacult 2025, organizada por la UNESCO, que se celebrará en la misma ciudad.
El ciclo de Ágora Cívica incluye más de un centenar de mesas redondas, presentaciones y actividades que abordan los derechos culturales desde diversas perspectivas. La participación de más de 150 ministros de Cultura de todo el mundo en Mondiacult 2025 subraya la relevancia de este evento. Marlova Jovchelovitch, directora de la oficina de la UNESCO en Brasil, destacó que es la primera vez que los debates de la UNESCO incorporan de manera tan significativa a la sociedad civil, lo que marca un cambio importante en la forma en que se abordan estos temas a nivel global.
### Un Ciclo de Debates y Propuestas
El ciclo de Ágora Cívica ha sido organizado por diversas instituciones, incluyendo el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputació de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Cultura. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, subrayó que Mondiacult no puede ser un evento meramente institucional, y que el foro paralelo de Ágora Cívica será el motor que impulse los debates ministeriales. En este contexto, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, hizo un llamado a la comunidad internacional para que la cultura sea accesible para todos, destacando el papel fundamental de la cultura en la defensa de la paz y los derechos humanos, especialmente en tiempos de crisis global.
Durante el evento, se presentó la Declaración de Barcelona, un documento elaborado por un grupo de expertos que consta de 13 artículos que abordan cómo la cultura puede contribuir a otros derechos, como la equidad, la salud social y la educación. Pau González Val, diputado de Cultura de la Diputació de Barcelona, describió Ágora Cívica como un espacio de «construcción colectiva de la cultura», donde se busca generar propuestas concretas que se llevarán a la mesa de discusión en Mondiacult.
La consellera de Cultura, Sònia Hernández, anticipó que de este foro saldrá una propuesta consensuada que refleje las inquietudes y necesidades de la sociedad en relación con los derechos culturales. Este enfoque colaborativo posiciona a Barcelona y Catalunya como referentes en la cultura global, destacando su singularidad y compromiso con la diversidad cultural.
### Avances en la Legislación Cultural
En un contexto donde los derechos culturales están cobrando cada vez más relevancia, el Govern de Catalunya ha dado luz verde a un proyecto de ley que busca consolidar estos derechos a nivel regional. Este proyecto, que iniciará su tramitación parlamentaria, se enmarca dentro de un plan más amplio del Ministerio de Cultura, que incluye 146 medidas divididas en cinco áreas clave: democracia cultural, sostenibilidad del ecosistema cultural, consolidación de los derechos culturales, entre otros. Con una inversión inicial de casi 80 millones de euros para el periodo 2025-2027, estas medidas buscan fomentar el acceso y la participación en la cultura, así como proteger a los creadores y trabajadores culturales.
Sin embargo, a pesar de estos avances, Xanthaki advirtió sobre la resistencia de algunos estados a aceptar plenamente los derechos culturales. En su intervención, enfatizó la necesidad de presionar a los gobiernos para que implementen medidas que protejan a las minorías y a las voces vulnerables, así como a los creadores frente a los desafíos que plantea la inteligencia artificial y la precarización laboral en el sector cultural. La relatora destacó que, aunque se ha logrado que los derechos culturales sean parte del debate, es crucial que se tomen acciones concretas para garantizar su implementación efectiva.
Barcelona, en su papel de anfitriona de estos importantes eventos, no solo está promoviendo un diálogo necesario sobre la cultura y los derechos humanos, sino que también está sentando las bases para un futuro donde la cultura sea un derecho accesible para todos. La ciudad se posiciona así como un faro de esperanza y un modelo a seguir en la lucha por la equidad cultural a nivel global.