La ciudad de Barcelona se encuentra en un proceso de revisión exhaustiva de la actividad de los pisos de uso turístico (HUT), con el objetivo de garantizar que estos cumplan con las normativas fiscales correspondientes. Actualmente, hay aproximadamente 10,300 HUTs con licencia en la ciudad, y el ayuntamiento ha tomado medidas para eliminar todos ellos para el año 2028. Esta iniciativa no solo busca regularizar el sector, sino también asegurar que las empresas operadoras cumplan con el pago del impuesto de actividades económicas (IAE).
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha informado que el Instituto Municipal de Hacienda (IMH) ha comenzado a obtener resultados del Plan de Regularización Fiscal en el sector turístico, que se desarrollará entre 2025 y 2028. Este plan incluye una serie de inspecciones para verificar si las empresas que gestionan HUTs están registradas adecuadamente y si están cumpliendo con sus obligaciones fiscales. Hasta ahora, se han finalizado 20 expedientes, lo que ha permitido recaudar 287,031 euros, y se espera que en los próximos tres años se complete la inspección de 463 empresas propietarias o explotadoras de estas viviendas.
### Objetivos del Plan de Inspección
El plan de inspección tiene múltiples objetivos. En primer lugar, busca verificar la solvencia de las empresas que gestionan y alquilan HUTs, asegurando que cumplan con las obligaciones fiscales y se ajusten a la legalidad tributaria. Además, se pretende detectar si se han realizado obras de reforma o instalaciones sin el pago correspondiente de impuestos o sin las licencias urbanísticas necesarias. Esto es crucial, ya que la regularización de los HUTs no solo implica el cumplimiento fiscal, sino también la adecuación a las normativas urbanísticas.
El plan se ejecuta en tres fases. En la primera fase, el ayuntamiento y la Generalitat han cruzado datos de las personas jurídicas registradas en los epígrafes del IAE relacionados con el alquiler de inmuebles y el hospedaje. La segunda fase, que está en marcha y se extenderá hasta 2026, se centra en el control de 99 empresas que tributan el IAE y que gestionan alrededor de 1,300 pisos de uso turístico, además de otras tres que suman 105 apartamentos. Hasta la fecha, se han generado 47 liquidaciones que han aumentado el padrón anual del IAE en 79,834.61 euros.
### Impacto en el Sector Turístico
La regulación de los HUTs en Barcelona es un tema de gran relevancia, especialmente en un contexto donde el turismo juega un papel fundamental en la economía local. La ciudad ha visto un aumento significativo en la oferta de alojamientos turísticos en los últimos años, lo que ha llevado a un debate sobre la sostenibilidad y el impacto en la comunidad local. Con la implementación de este plan, el ayuntamiento busca equilibrar el crecimiento del turismo con las necesidades de los residentes, asegurando que las empresas que operan en este sector contribuyan adecuadamente a la economía local.
El plan inspector también se extiende a otros tipos de alojamientos, como hoteles y albergues, que han pagado el impuesto autonómico de estancia. Sin embargo, el enfoque inicial ha estado en las viviendas de alquiler por días, que han sido objeto de un creciente escrutinio debido a su impacto en el mercado de la vivienda en la ciudad.
La regularización de los HUTs no solo se limita a la verificación del cumplimiento fiscal, sino que también incluye la actualización de la información sobre las superficies de los HUTs y el número de alojamientos gestionados por cada empresa. Esto es esencial para corregir cuotas y ajustar el valor catastral a efectos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) si es necesario. La colaboración entre el ayuntamiento y la Agència Tributària de Catalunya (ATC) es fundamental para el éxito de este plan, que busca no solo recaudar impuestos, sino también fomentar un turismo responsable y sostenible en la ciudad.
En resumen, la ciudad de Barcelona está tomando medidas decisivas para regularizar el sector de los pisos turísticos, asegurando que las empresas cumplan con sus obligaciones fiscales y contribuyan al bienestar de la comunidad. A medida que avanza el plan de inspección, se espera que se logren resultados significativos que beneficien tanto a los residentes como a los turistas que visitan la ciudad.