La reciente entrevista con Argelia Queralt, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ofrece una visión profunda sobre los retos y logros del sistema judicial español en el último año. Queralt, quien tiene un sólido trasfondo académico en Derecho Constitucional, ha estado en el CGPJ desde su renovación, que se produjo tras un prolongado periodo de estancamiento político. En esta conversación, aborda temas cruciales como la paridad de género en los puestos de liderazgo judicial y la dificultad de alcanzar consensos en un órgano dividido.
**Un Año de Renovación y Desafíos**
Desde su llegada al CGPJ, Queralt ha destacado la importancia de haber puesto fin a un periodo de bloqueo que afectaba el funcionamiento del Consejo. «La valoración general debe ser positiva», afirma, refiriéndose a los 161 nombramientos realizados durante su mandato. Este proceso, que ha requerido un esfuerzo considerable, ha permitido que el CGPJ retome sus funciones de manera adecuada. Sin embargo, la reciente renuncia de dos candidatas del sector progresista para presidir salas clave del Tribunal Supremo ha puesto de manifiesto que aún persisten las dinámicas de poder que dificultan la equidad de género en la justicia.
Queralt señala que la renuncia de las magistradas Ana Ferrer y Pilar Teso es una excepción en un contexto donde se han logrado otros nombramientos significativos. La falta de consenso en la elección de presidentes de las salas del Supremo refleja una resistencia a la implementación de la ley de paridad, que busca equilibrar la representación de hombres y mujeres en posiciones de liderazgo. «Era una oportunidad única para poder implementar la ley», explica, lamentando que no se haya podido alcanzar un acuerdo que permitiera que al menos una de las salas fuera presidida por una mujer.
**La Dificultad del Consenso en un Consejo Dividido**
La estructura del CGPJ, con una división casi equitativa entre los sectores progresista y conservador, complica la toma de decisiones. Queralt menciona que, para aprobar decisiones importantes, se requiere un consenso de 13 votos, lo que implica convencer a al menos tres miembros del sector opuesto. Esta situación se ve agravada por la existencia de agendas individuales dentro del propio sector progresista, lo que dificulta aún más la posibilidad de alcanzar acuerdos.
La reciente huelga de jueces en España, que duró tres días, también ha puesto de relieve la desconexión entre el CGPJ y la realidad del sistema judicial. Aunque el Consejo adoptó un acuerdo sobre la huelga, la falta de reconocimiento del derecho a huelga para los miembros del Poder Judicial ha generado tensiones. Queralt reconoce que el Consejo no tiene la competencia para instar al legislador a resolver este vacío legal, lo que limita su capacidad de respuesta ante situaciones de crisis.
**La Paridad de Género y el Techo de Cristal**
Uno de los temas más candentes que aborda Queralt es la dificultad que enfrentan las mujeres para acceder a posiciones de liderazgo en el ámbito judicial. A pesar de que en las últimas promociones de jueces hay más mujeres que hombres, la representación femenina en los puestos de decisión sigue siendo insuficiente. «La ley de paridad no solo busca que haya más mujeres en el sistema, sino que estas ocupen posiciones de poder», enfatiza.
La renuncia de Ferrer y Teso, según Queralt, es un reflejo de las dinámicas masculinas que aún predominan en la justicia. A pesar de que las candidatas eran altamente cualificadas y contaban con el respaldo de la sala de gobierno del Tribunal Supremo, la presión y la falta de apoyo para su elección evidencian la resistencia al cambio en un sistema tradicionalmente dominado por hombres.
**La Independencia Judicial y el Rol del Poder Ejecutivo**
En el contexto de la independencia judicial, Queralt aborda las preocupaciones expresadas por algunos jueces sobre posibles ataques a su autonomía. Sin embargo, ella sostiene que las reformas legislativas propuestas no amenazan la independencia judicial. «El Ejecutivo tiene la potestad de determinar cómo se configura el poder judicial, siempre respetando los principios de independencia y responsabilidad establecidos en la Constitución», argumenta.
La complejidad de la relación entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo es un tema recurrente en la conversación sobre la justicia en España. Queralt subraya que, aunque el CGPJ tiene un papel importante, no puede asumir competencias que no le corresponden, como instar al legislador a modificar leyes que afectan al sistema judicial.
A medida que el CGPJ continúa su labor, los desafíos que enfrenta son significativos, pero también lo son los avances logrados en el último año. La lucha por la paridad de género y la necesidad de alcanzar consensos en un entorno dividido son temas que seguirán siendo centrales en la agenda del Consejo. La voz de Argelia Queralt, con su experiencia y perspectiva, es fundamental para entender el camino que aún queda por recorrer en la justicia española.