La reciente presentación del libro «El Centenar de la Ploma y el Retablo de la Antigua Iglesia de San Jorge de Valencia» ha puesto de relieve la historia olvidada del retablo de Sant Jordi, una obra maestra del arte medieval que simboliza la identidad valenciana. Este retablo, que fue adquirido por el Victoria and Albert Museum de Londres en 1864, ha sido objeto de un profundo estudio y restauración, revelando detalles sobre su misteriosa desaparición y el contexto histórico que rodeó su traslado a Inglaterra.
### Un Viaje en el Tiempo: La Historia del Retablo
El retablo de Sant Jordi, que representa a Jaume I en la batalla del Puig, fue encargado por la milicia del Centenar de la Ploma para su iglesia en Valencia, la cual fue demolida en 1860. Sin embargo, el destino de esta obra de arte se tornó incierto entre 1851 y 1864, periodo en el que se presume que fue desmontado y sacado de la ciudad en circunstancias poco claras. La profesora Encarna Montero, de la Universitat de Valencia, ha investigado este enigma y ha encontrado pistas que sugieren que el retablo fue retirado antes de la demolición de la iglesia.
Uno de los indicios que apuntan a esta teoría es que, en 1851, ya no se celebraban actos religiosos en la iglesia, lo que sugiere que el templo estaba cerrado al culto. Además, en 1857 se mencionó que la iglesia iba a ser reutilizada como sede judicial, lo que probablemente requería el desmantelamiento del retablo. Sin embargo, no se conservan documentos oficiales sobre su venta, lo que resulta desconcertante, dado que ya existían instituciones que debían velar por la conservación de este patrimonio, como la Comisión Provincial de Monumentos o el Museo de Pinturas.
La falta de documentación y la aparente indiferencia de las autoridades de la época han llevado a la investigadora a cuestionar quiénes fueron los responsables de la pérdida de esta joya artística. Se plantea la posibilidad de que figuras influyentes, como el coleccionista Valentín Carderera, pudieran haber facilitado la venta del retablo, aunque no se tiene constancia de que él o cualquier otro se manifestara sobre la obra tras su estancia en Valencia en 1851.
### La Restauración y el Legado del Retablo
El libro presentado recientemente no solo se centra en la historia del retablo, sino que también documenta el proceso de restauración de su predela, que llegó a Valencia en abril de 2019 y fue expuesta en el Museo de Bellas Artes en 2020. La restauración ha sido un esfuerzo pluridisciplinario que ha involucrado a técnicos del IVCR+i, incluyendo restauradores, físicos y químicos, quienes han trabajado para devolver a la obra su esplendor original.
El conseller de Educación y Cultura, José Antonio Rovira, ha destacado la importancia de esta obra, no solo por su valor artístico, sino también por su significado histórico y simbólico para la comunidad valenciana. La publicación del libro ha sido descrita como una «joya editorial» que contribuye a la memoria cívica de Valencia y permite a los ciudadanos reconectar con su patrimonio cultural.
La obra cuenta con la participación de historiadores del arte de renombre internacional, quienes han aportado su conocimiento sobre el retablo y su contexto histórico. La primera parte del libro se centra en estudios históricos y artísticos, mientras que la segunda parte aborda la restauración y los estudios técnicos realizados por el equipo del IVCR+i. Además, incluye un apéndice fotográfico que permite a los lectores apreciar en detalle las escenas del retablo, así como los descubrimientos realizados durante el proceso de restauración.
Este esfuerzo por recuperar y preservar el retablo de Sant Jordi no solo busca restaurar una obra de arte, sino también reivindicar la historia y la identidad de Valencia. La investigación y la restauración han permitido arrojar luz sobre un capítulo oscuro de la historia del arte en la región, recordando a las futuras generaciones la importancia de proteger y valorar su patrimonio cultural. La historia del retablo de Sant Jordi es un recordatorio de que, aunque algunas piezas de nuestro pasado puedan perderse, siempre hay oportunidades para recuperarlas y darles el lugar que merecen en la memoria colectiva.