El panorama hídrico en España ha experimentado un notable cambio en los últimos años, especialmente en el contexto de la sequía que ha afectado a gran parte del país. Sin embargo, en este inicio de julio de 2025, los embalses han demostrado una sorprendente capacidad de recuperación, alcanzando niveles de almacenamiento que superan la media de la última década. Este artículo explora la situación actual de los embalses, los factores que han contribuido a este aumento y las implicaciones para el verano que se avecina.
**Niveles de Almacenamiento y Comparativa Histórica**
A día de hoy, los embalses españoles se encuentran al 72,9% de su capacidad, lo que representa un incremento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se registró un 63,7%. Este aumento de más de 9 puntos porcentuales es un indicativo de la recuperación hídrica que ha tenido lugar en el país, gracias a una primavera excepcionalmente lluviosa. Con un total de 40.869 hectómetros cúbicos (hm³) de agua acumulada, los embalses han superado en 5.000 hectómetros cúbicos los niveles de 2024.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha señalado que, desde 2005, solo en cuatro años (2010, 2011, 2013 y 2014) se han registrado acumulaciones de agua embalsada similares o superiores a las de 2025 en este mismo periodo. Este dato resalta la importancia de la primavera de 2025, que se ha convertido en la quinta más lluviosa desde 1961 y la tercera más húmeda del siglo XXI. Las precipitaciones han sido clave para revertir la tendencia de sequía que había afectado a muchas regiones del país.
Por cuencas hidrográficas, se observa que nueve de las dieciséis existentes tienen niveles de almacenamiento entre el 80% y el 90,5%. Las Cuencas Internas del País Vasco lideran con un 90,4%, seguidas por el Duero (86,2%) y el Tinto, Odiel y Piedras (86%). En contraste, algunas cuencas como la del Segura se encuentran en niveles críticos, con solo un 30,6% de su capacidad. Esta disparidad en el almacenamiento de agua pone de manifiesto la necesidad de una gestión hídrica más eficiente y equitativa en todo el territorio.
**Impacto de la Primavera Húmeda en el Ciclo Hidrológico**
La primavera de 2025 ha sido un periodo clave para la recuperación de los embalses, con una precipitación media de 278,8 litros por metro cuadrado, lo que representa un 151% del valor normal para este trimestre. Marzo fue particularmente notable, con 148,8 litros de lluvia, convirtiéndose en el tercer marzo más lluvioso desde que se tienen registros. Este aumento en las precipitaciones ha permitido que muchas comunidades autónomas, como la Comunidad de Madrid, alcancen niveles de almacenamiento superiores al 90%.
El año hidrológico, que abarca desde el 1 de octubre de 2024 hasta el 1 de julio de 2025, también ha mostrado un excedente en las precipitaciones, alcanzando un promedio de 624 litros por metro cuadrado, un 13% más que el valor normal. Este excedente se ha registrado en gran parte de la península, con acumulaciones destacadas en la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana. Sin embargo, es importante señalar que no todas las regiones han tenido la misma suerte; Andalucía y la Región de Murcia, por ejemplo, se encuentran entre las más afectadas por la escasez de agua, con niveles de almacenamiento que apenas superan el 50%.
La combinación de un invierno y una primavera húmedos ha sido fundamental para que los embalses enfrenten el verano con una mayor capacidad de almacenamiento. Esto es especialmente relevante en un contexto donde el aumento de las temperaturas y la demanda hídrica por el riego agrícola y el uso doméstico suelen poner presión sobre los recursos hídricos. La capacidad de los embalses para resistir la ola de calor que se avecina es un factor crucial para garantizar el suministro de agua durante los meses más cálidos.
En resumen, la situación actual de los embalses en España es un reflejo de la resiliencia del sistema hídrico frente a las adversidades climáticas. La combinación de una primavera excepcionalmente lluviosa y una gestión adecuada de los recursos hídricos ha permitido que los embalses se encuentren en niveles óptimos para afrontar el verano. Sin embargo, es fundamental seguir monitorizando la situación y adoptar medidas que aseguren la sostenibilidad del agua en el futuro.