La Selectividad 2025 ha dejado una huella significativa en el panorama educativo de Catalunya, con un 94,97% de los jóvenes aprobando las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Este dato, proporcionado por el Departament de Recerca i Universitats, refleja un ligero descenso en comparación con el año anterior, donde el porcentaje de aprobados alcanzó el 97%. A pesar de esta caída, el impacto no ha sido tan drástico como se temía, lo que sugiere que los estudiantes han logrado adaptarse a los cambios en el formato de la prueba.
### Desempeño Académico y Notas Medias
La nota media de las PAU en 2025 se sitúa en 6,440, mientras que la nota media de acceso a la universidad, que considera un 60% del Bachillerato y un 40% de las PAU, es de 7,181. Este ligero descenso en las calificaciones ha generado un debate sobre la efectividad del nuevo modelo de selectividad. En comparación, el año pasado, la nota media fue de 6,747 en las PAU y 7,276 en el acceso, lo que indica que, aunque las cifras han disminuido, la variación no es alarmante.
Un aspecto positivo es que todas las materias de las PAU han obtenido una nota media superior a 5, lo que significa que, a pesar de la reducción en el número de aprobados, no ha habido materias con un suspenso de media, a diferencia del año anterior, donde las Matemáticas de Ciencias generaron preocupación. Este año, el examen de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales fue el que más quejas suscitó, aunque la percepción general de los estudiantes al finalizar los exámenes fue de alivio, con muchos afirmando que «no ha sido para tanto».
### Análisis de las Materias y el Impacto de la Nueva Selectividad
La nueva selectividad ha introducido cambios significativos en la forma en que se evalúan los conocimientos de los estudiantes. Los correctores han señalado que, aunque las pruebas fueron en general asumibles, había preguntas más complejas que podrían marcar la diferencia en las calificaciones finales. Este enfoque busca fomentar una evaluación más competencial, donde no solo se mide la memorización, sino también la capacidad de aplicar conocimientos en situaciones prácticas.
Sin embargo, la percepción de que el cambio podría llevar a una disminución generalizada de las notas ha sido un tema recurrente. Pilar Gómez, coordinadora de las PAU en Catalunya, ha comentado que, aunque siempre existe el riesgo de que las notas se resientan con un cambio de modelo, es importante recordar que si las calificaciones bajan, lo harán para todos los estudiantes. Esto implica que la selectividad sigue siendo un mecanismo de ordenación, donde siempre habrá estudiantes que se destaquen y otros que no.
A pesar de la ligera disminución en las notas, el hecho de que no haya habido ningún 10 en esta edición, siendo la mejor nota un 9,9 obtenida por tres alumnos de Barcelona, también ha suscitado comentarios. Este hecho contrasta con el año anterior, donde se registró un 10, lo que podría reflejar la dificultad de la nueva selectividad y la adaptación de los estudiantes a este nuevo formato.
En términos de participación, de los 34,683 alumnos matriculados en la fase general, 34,488 se presentaron a las pruebas, y 32,754 lograron aprobar. Esto significa que 1,734 estudiantes no lograron superar la selectividad, lo que añade otra capa de análisis sobre el impacto de la nueva metodología de evaluación.
Los docentes que han participado en la corrección de las pruebas han expresado que, aunque el examen fue en general accesible, hubo preguntas que requerían un mayor nivel de comprensión y análisis. Esta estrategia parece alinearse con la intención de la nueva selectividad de evaluar no solo el conocimiento, sino también la capacidad de los estudiantes para pensar críticamente y resolver problemas.
La implementación de esta nueva selectividad ha generado un amplio debate en la comunidad educativa, con opiniones divididas sobre su efectividad y su impacto en el futuro académico de los estudiantes. A medida que los resultados se analizan más a fondo, será crucial observar cómo estos cambios afectan la preparación de los estudiantes para la universidad y su desempeño en el futuro.
En resumen, la Selectividad 2025 en Catalunya ha sido un evento significativo que, a pesar de las caídas en las notas y el porcentaje de aprobados, ha mostrado que los estudiantes han podido adaptarse a los nuevos desafíos. La evolución de este sistema de evaluación será un tema a seguir de cerca en los próximos años, ya que determinará no solo el futuro académico de los jóvenes, sino también la dirección de la educación en Catalunya.