La celebración de la Noche de Sant Joan en Barcelona se vio empañada por un trágico incidente que tuvo lugar en un centro de atención para personas vulnerables en la Zona Franca. Un incendio devastador se desató en el establecimiento, resultando en la muerte de un hombre y la evacuación de 87 personas que se encontraban en el lugar. El teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, proporcionó detalles sobre el suceso, afirmando que el centro alberga principalmente a personas sin hogar.
Los equipos de emergencia recibieron el aviso del fuego a las 06:22 horas, y los Bomberos llegaron al lugar apenas dos minutos después. Batlle destacó que la estación de Bomberos se encuentra justo enfrente del centro, lo que permitió una respuesta rápida. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el incendio resultó fatal para uno de los residentes. Las investigaciones iniciales de los Mossos d’Esquadra no han encontrado indicios de criminalidad, sugiriendo que el fuego podría haber sido accidental o causado por la misma víctima, quien, según algunas fuentes, estaba en un estado de alteración.
Este trágico evento se suma a un balance más amplio de la noche de Sant Joan en Barcelona, donde se registraron varios incidentes. Cuatro personas fueron trasladadas a hospitales, una de ellas en estado crítico debido a síntomas de ahogamiento. A pesar de la tragedia, las autoridades informaron que no se recibieron alertas sobre apuñalamientos, aunque se llevaron a cabo 33 detenciones durante la celebración.
En términos de afluencia, Batlle estimó que alrededor de 92,000 personas se congregaron en las playas de Barcelona para celebrar la festividad, un aumento significativo en comparación con el año anterior, que registró aproximadamente 70,000 asistentes. Las playas fueron limpiadas y preparadas para recibir a los bañistas a partir de las 08:30 horas, con la recolección de unas 65 toneladas de basura de la arena.
Sin embargo, la noche no estuvo exenta de problemas. Los socorristas no pudieron vigilar las playas durante la verbena, argumentando que no podían prestar el servicio de manera segura debido a la falta de acuerdo con su empresa. Batlle mencionó que hubo un «abandono del servicio» por parte de los socorristas, aunque se implementó una asistencia reforzada por parte del Servei d’Emergències Mèdiques para garantizar la seguridad de los asistentes.
Además de los incidentes en las playas, los Bomberos atendieron un total de 330 servicios durante la noche, y se registraron incendios en varias áreas de la ciudad, incluyendo 484 metros cuadrados en la carretera alta de Roquetes y 1,500 metros cuadrados en Torre Baró. Todos estos incendios fueron sofocados sin mayores complicaciones.
El aumento en las llamadas al 112 también fue notable, con un incremento del 6% en comparación con el año anterior. Las autoridades han recabado 360 denuncias y realizado 301 pruebas de alcoholemia, de las cuales 33 resultaron positivas. A pesar de los desafíos, el Ayuntamiento de Barcelona ha declarado que la noche transcurrió con «absoluta normalidad» en términos generales, aunque el trágico incendio ha dejado una marca en la celebración de este año.
La Noche de Sant Joan es una festividad muy esperada en Barcelona, donde la gente se reúne para encender hogueras, lanzar fuegos artificiales y disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Sin embargo, este año, la tragedia en el centro de acogida ha recordado a todos la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad en eventos masivos. Las autoridades están trabajando para garantizar que se tomen las medidas necesarias para evitar que incidentes como este se repitan en el futuro, mientras que la comunidad se une para apoyar a los afectados por el incendio y recordar al hombre que perdió la vida en esta desafortunada circunstancia.