El compromiso social y la dedicación a los demás son valores que, aunque a menudo se ven eclipsados por la rutina diaria, brillan intensamente en la vida de algunas personas. Este es el caso de María Galán, una joven española que ha encontrado su propósito en Uganda, donde ha creado un hogar para 32 niños y ha impulsado una serie de proyectos educativos y de salud a través de la ONG Babies Uganda. Su historia es un testimonio de amor, sacrificio y la búsqueda de un mundo más justo.
### Un Nuevo Comienzo en Uganda
María Galán llegó a Uganda hace cinco años con la intención de colaborar con Babies Uganda, una organización no gubernamental que trabaja para mejorar las condiciones de vida de los niños en el país. Graduada en Economía y Negocios Internacionales, nunca imaginó que su estancia se convertiría en una nueva vida. Hoy, María vive en Kikaya House, donde no solo cuida de 32 niños, sino que también dirige un colegio de educación especial, una clínica y varios centros escolares.
La vida en Kikaya House es intensa y gratificante. María comparte que su día a día está dedicado completamente a los proyectos de Babies Uganda. «Las 24 horas del día, los 7 días de la semana los dedico a los proyectos de Babies Uganda. Es mi vida», afirma con una sonrisa. Su compromiso es evidente, y su trabajo ha impactado positivamente a más de 1,000 niños que asisten a las escuelas en régimen de boarding school.
La ONG ha crecido bajo su liderazgo, estableciendo una escuela de infantil y primaria con más de 650 alumnos, un colegio de secundaria en expansión, y una clínica de atención primaria gratuita. Además, han creado un colegio para niños con discapacidad visual y un centro de formación profesional. La dedicación de María ha sido fundamental para que estos proyectos se materialicen y continúen creciendo.
### La Realidad de Vivir en un País en Desarrollo
A pesar de los logros, la vida en Uganda no está exenta de desafíos. María enfrenta diariamente la realidad de vivir rodeada de necesidad. «Lo más difícil es gestionar la culpabilidad por no poder llegar a todos», confiesa. La cultura y las condiciones de vida son muy diferentes a las de España, lo que requiere una constante adaptación y aprendizaje. Sin embargo, María ha encontrado en esta experiencia una oportunidad para crecer y aprender.
La salud es otro aspecto crítico en su vida. María ha enfrentado problemas de salud, como fiebre tifoidea y malaria, pero destaca que tiene acceso a tratamiento rápido y eficaz, algo que no es una realidad para muchos ugandeses. Esta situación la ha llevado a reflexionar sobre la desigualdad en el acceso a la salud y la educación en el país.
Además de su trabajo, María ha creado rutinas significativas con los niños, como celebraciones de cumpleaños y comidas especiales. Estas actividades no solo fortalecen los lazos familiares, sino que también enseñan a los niños que cada momento puede ser especial. «Es una manera de demostrarles que cualquier momento puede ser especial si lo compartimos», explica.
### Inspiración y Llamado a la Acción
La historia de María Galán es un faro de esperanza y un llamado a la acción. A través de su perfil en redes sociales, comparte su vida y el trabajo que realiza, inspirando a otros a involucrarse en causas sociales. «Creo que todos deberíamos ayudar a que el mundo sea un lugar más justo para todos», dice. Su mensaje es claro: hay muchas formas de ayudar, y cada pequeño gesto cuenta.
María también ha tenido momentos difíciles, como la operación de corazón de una de sus pequeñas, Dudu. Esta experiencia la marcó profundamente, pero también le enseñó sobre la resiliencia y la importancia de la comunidad. «El trabajo que hacemos es tan necesario que necesitamos que la gente se involucre para seguir generando oportunidades», enfatiza.
La vida de María en Uganda es un testimonio de cómo el amor y la dedicación pueden transformar vidas. Su historia nos recuerda que, aunque el camino puede ser difícil, cada esfuerzo cuenta y puede hacer una diferencia significativa en la vida de aquellos que más lo necesitan. María Galán no solo ha encontrado su hogar en Uganda, sino que ha creado un hogar para muchos, demostrando que el verdadero significado de la familia va más allá de la biología y se basa en el amor y el compromiso mutuo.