La II Edición de los Premios de la Academia de la Música de España se celebró en el Palacio Municipal de Ifema en Madrid, un evento que busca posicionarse como los Goya de la música. Este año, la gala se destacó por su transmisión en La 2 y la presencia de numerosos artistas, aunque no todos los nominados pudieron asistir. La apertura estuvo a cargo del grupo Alcalá Norte, que interpretó su popular tema «La vida cañón», marcando el inicio de una noche llena de emociones y sorpresas.
Uno de los momentos más destacados de la gala fue el discurso de Sole Giménez, presidenta de la Academia de la Música de España, quien abogó por una legislación que proteja a los artistas frente a los desafíos que presenta la Inteligencia Artificial. Giménez enfatizó la importancia de reconocer el patrimonio musical español y la necesidad de un «estatuto del artista» que contemple las particularidades de la profesión. Su mensaje resonó entre los asistentes, quienes aplaudieron la iniciativa de proteger a quienes crean y dan vida a la música.
La noche continuó con la entrega de los premios, donde las artistas femeninas brillaron con luz propia. Amaia y Nathy Peluso fueron las grandes ganadoras, cada una llevándose a casa cuatro estatuillas. Amaia, quien se alzó con los premios a Mejor Canción del Año y Mejor Canción Pop, compartió su emoción al recibir el reconocimiento por su trabajo, destacando que su canción surgió de un lugar muy íntimo. Por su parte, Nathy Peluso, conocida por su influencia en el ámbito urbano, agradeció a la música por su éxito y también logró un pleno en sus nominaciones.
El evento también fue testigo de momentos emotivos, como el discurso de Pepe de Lucía, quien recordó a su hermano Paco de Lucía al recibir el premio por Mejor Álbum de Flamenco. Su conmovedora alocución tocó los corazones de los presentes, resaltando la importancia de la música como un legado familiar y cultural.
Entre los premiados, Rozalén fue reconocida como Mejor Artista del Año, un galardón que recibió con gran emoción. En su discurso, Rozalén habló sobre el síndrome de la impostora y la dificultad de reconocer el trabajo detrás de su éxito. Su actuación, donde versionó «Agua» de Jarabe de Palo junto a Valeria Castro, fue uno de los momentos más aclamados de la noche, celebrando el talento y la diversidad de la música española.
La gala no estuvo exenta de críticas, especialmente en lo que respecta a la conexión entre los presentadores y el público. Rodrigo Cuevas y María Peláe, quienes actuaron como maestros de ceremonia, intentaron interactuar con la audiencia a través de gags y comentarios, pero no lograron establecer una conexión efectiva, lo que generó cierta desconexión durante la transmisión.
A medida que se entregaban los premios, se hizo evidente que la noche pertenecía a las mujeres. Además de Amaia y Nathy Peluso, otras artistas como Valeria Castro y Silvia Pérez Cruz también fueron reconocidas por su talento. Castro, quien se llevó tres premios, dedicó su éxito a la música y a su comunidad, mientras que Pérez Cruz recordó a Federico García Lorca en una emotiva interpretación.
La lista de ganadores fue extensa y variada, abarcando diferentes géneros y estilos musicales. Desde el Mejor Álbum de Música Urbana, que fue otorgado a Nathy Peluso, hasta el Mejor Álbum de Flamenco, que fue para Paco de Lucía y Pepe de Lucía, la diversidad de la música española fue celebrada en todas sus formas. La gala también premió a artistas emergentes, destacando el talento de nuevos nombres en la escena musical.
El evento culminó con una celebración del talento y la creatividad en la música española, dejando claro que, a pesar de los desafíos que enfrenta la industria, la pasión por la música sigue siendo un motor poderoso. La II Edición de los Premios de la Academia de la Música de España no solo reconoció a los artistas, sino que también sirvió como un recordatorio de la importancia de proteger y valorar el patrimonio musical del país, en un momento en que la tecnología y la industria musical están en constante evolución.