El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, ha reafirmado su compromiso con la oficialidad del catalán en la Unión Europea (UE), a pesar de los recientes aplazamientos en la discusión sobre este tema. En una entrevista, Albares enfatizó que la inclusión del catalán como lengua oficial es un objetivo irrenunciable e irreversible para el gobierno español. Esta declaración se produce en un contexto donde la falta de unanimidad entre los 27 Estados miembros ha retrasado la decisión sobre la oficialidad de esta lengua, que también incluye al euskera y al gallego.
Albares ha instado a los Estados miembros que se muestran reticentes a proporcionar aclaraciones concretas sobre sus preocupaciones. «Lo que les pido es que, de una vez por todas, dejemos de especular y de hablar en términos genéricos. Que me digan concretamente qué les preocupa», manifestó el ministro. En este sentido, recordó que existe un informe de la Comisión Europea que estima el coste anual de la oficialidad de estas lenguas en más de 130 millones de euros. Albares ha asegurado que España está dispuesta a cubrir todos los costes asociados, no solo los mencionados, sino cualquier gasto adicional que pueda surgir.
El ministro también se mostró dispuesto a analizar cualquier duda que los Estados miembros puedan tener, incluso sugiriendo que se podría revisar el coste unitario de cada hoja de papel utilizada para traducciones. «Hagámoslo, ningún problema, pero hagámoslo deprisa. Porque hace dos años que presentamos la solicitud», enfatizó Albares, subrayando la urgencia de avanzar en este asunto.
### La Situación en Gaza y el Llamado a la Paz
En el ámbito internacional, Albares no ha eludido abordar la grave situación en Gaza, donde la guerra ha dejado un saldo devastador. En sus declaraciones, el ministro exigió un alto el fuego definitivo y destacó que el conflicto actual no tiene otro objetivo que convertir Gaza en un cementerio inmenso. Albares hizo un llamado a todas las partes involucradas para que se permita la entrada masiva de ayuda humanitaria, incluyendo medicamentos y alimentos, para la población civil afectada por el conflicto.
«Es necesario el liberamiento incondicional de todos los rehenes que siguen en manos de la organización terrorista Hamás», subrayó el ministro, quien también solicitó la suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel, basándose en el artículo 2 que exige respeto a los derechos humanos. Albares afirmó que la suspensión del acuerdo es evidente y que muchos países comparten esta opinión.
Además, el ministro rechazó los planes propuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump para Gaza, que buscan transformar la región en un resort. «Gaza es la tierra de los palestinos gazatíes, les pertenece. Gaza forma parte del futuro Estado palestino, realista y viable, que reconocimos hace ahora un año. Por tanto, solo los palestinos deciden el futuro de Gaza», sentenció Albares.
A pesar de la crítica situación, el ministro también defendió la importancia de mantener relaciones diplomáticas con Israel. «Israel forma parte de la solución de los dos Estados. Tarde o temprano, en este marco que estamos creando para la paz, Israel tendrá que estar sentado a la mesa», afirmó. Albares argumentó que el diálogo es siempre más poderoso que la confrontación, y por ello es esencial mantener canales de comunicación abiertos, incluso con aquellos que se encuentran en desacuerdo.
En este contexto, el ministro de Exteriores ha dejado claro que la retirada de embajadores no es una opción viable, citando que ni siquiera los Estados árabes más comprometidos con la causa palestina han tomado esa medida. La postura de Albares refleja un enfoque equilibrado, donde se busca la paz y la resolución del conflicto a través del diálogo, mientras se defienden los derechos humanos y se exige justicia para los afectados por la guerra.
La situación en Gaza y la lucha por la oficialidad del catalán en la UE son solo dos de los muchos desafíos que enfrenta el gobierno español en el ámbito internacional. Sin embargo, las declaraciones de Albares muestran un compromiso claro y firme con la defensa de los derechos de las comunidades lingüísticas en España y la búsqueda de soluciones pacíficas en conflictos internacionales.