La figura de Lluís Llach ha estado siempre ligada a la música y a la lucha por la independencia de Catalunya. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, sus canciones han sido un reflejo de las luchas sociales y políticas de su tiempo. En una reciente entrevista, Llach compartió sus pensamientos sobre el estado actual del independentismo, su relación con la música y su visión sobre el futuro de Catalunya.
La tristeza como compañera de viaje
Cuando se le pregunta sobre su estado emocional, Llach responde con una mezcla de humor y sinceridad. Asegura que no está triste, sino que la socarronería de su tierra, el Empordà, le ha enseñado a ver la vida con un cierto cinismo. «A los 77 años, uno se da cuenta de que no podrá cambiar nada», dice, reflexionando sobre el paso del tiempo y la inevitabilidad de la vida. Sin embargo, también muestra un deseo de ayudar en lo que pueda, reconociendo que el independentismo ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años.
El artista menciona que el proceso independentista ha fallado en muchos niveles, no solo por la acción de los políticos, sino también por la falta de unidad entre las entidades y la propia ciudadanía. Llach recuerda momentos clave, como el 1 de octubre, donde la gente se sintió acompañada y dispuesta a resistir, lo que contrasta con la desilusión actual. «El independentismo está desanimado», afirma, señalando que la represión y la división han sido factores determinantes en este sentimiento.
La búsqueda de alternativas
A pesar de la desilusión, Llach mantiene una puerta abierta a la esperanza. Habla sobre la posibilidad de que surjan nuevas voces y líderes en el movimiento independentista, aunque también reconoce que el camino es incierto. En su opinión, el actual estado de las cosas podría ser un punto de inflexión, donde la llegada de nuevos líderes podría revitalizar el movimiento. Sin embargo, también advierte sobre el peligro de caer en el autonomismo, lo que podría alejar a los catalanes de su objetivo original de independencia.
En cuanto a su relación con la medicina y las prácticas no convencionales, Llach comparte su curiosidad por las tradiciones de curación que ha observado en lugares como Senegal. Aunque no se considera un practicante, muestra interés en explorar estas alternativas, lo que refleja su apertura a nuevas experiencias y conocimientos. Esta actitud también se extiende a su visión sobre el independentismo, donde sugiere que es necesario aprender de los errores del pasado para avanzar hacia un futuro más prometedor.
La música como vehículo de cambio
La música ha sido el hilo conductor de la vida de Llach, y su legado musical está profundamente entrelazado con su activismo político. A lo largo de su carrera, ha utilizado su voz para expresar las luchas y esperanzas de su pueblo. Sin embargo, también es consciente de que su estilo y las temáticas de sus canciones han evolucionado con el tiempo. Llach reconoce que, en sus inicios, las canciones alegres no eran bien recibidas, ya que el contexto social y político no permitía la alegría. Ahora, a medida que reflexiona sobre su trayectoria, se pregunta si ha sido un peso para algunos o una fuente de inspiración.
La relación de Llach con la política es compleja. Aunque ha estado involucrado en el movimiento independentista, también se cuestiona su papel y la efectividad de sus acciones. Asegura que no se siente engañado, pero sí decepcionado por la falta de unidad y la incapacidad de la ciudadanía para mantenerse firme en momentos críticos. Esta autocrítica es un signo de su compromiso con la causa, así como su deseo de ver un cambio real en Catalunya.
El futuro del independentismo
Llach es consciente de que el futuro del independentismo es incierto. A pesar de las dificultades, mantiene la esperanza de que la lucha por la independencia pueda renacer. En su opinión, la llegada de nuevos líderes y la revitalización del movimiento son posibles, pero requieren un esfuerzo colectivo y una voluntad de aprender de los errores del pasado. La división actual entre los partidos independentistas es un obstáculo que debe superarse para avanzar hacia un objetivo común.
En resumen, Lluís Llach es un testimonio viviente de la lucha por la independencia de Catalunya. Su música y su activismo han dejado una huella imborrable en la historia reciente del país. A medida que reflexiona sobre su vida y su carrera, Llach continúa siendo una voz importante en el debate sobre el futuro de Catalunya, ofreciendo una perspectiva que combina la experiencia con la esperanza de un cambio significativo.