La reciente implementación de la plataforma digital para gestionar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en Cataluña marca un hito significativo en la lucha contra la contaminación en las grandes ciudades. Esta herramienta, que ya se encuentra en fase de pruebas, permitirá a los municipios de más de 50,000 habitantes, que no forman parte del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), activar sus ZBE y comenzar a multar a los vehículos que no cumplan con las normativas ambientales. Hasta ahora, ciudades como Terrassa, Sabadell y Girona habían enfrentado dificultades para aplicar sanciones debido a la falta de un registro autonómico que identificara los vehículos autorizados a circular en estas áreas restringidas.
La plataforma digital, desarrollada en colaboración con la Generalitat y la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), no solo facilitará la gestión de las ZBE, sino que también integrará un sistema de videovigilancia que permitirá identificar infracciones a través de la lectura de matrículas. Esto es crucial para que las ZBE sean efectivas, ya que sin un registro adecuado, los municipios no podían implementar las restricciones necesarias para reducir la contaminación.
### Excepciones y Autorizaciones para Circular
Uno de los aspectos más relevantes de la nueva normativa es la posibilidad de solicitar autorizaciones especiales para circular en las ZBE. Aunque las restricciones iniciales impedirán el acceso a vehículos sin etiqueta ambiental, se prevé que el decreto que se aprobará en las próximas semanas detalle las excepciones. Por ejemplo, se permitirá la circulación de vehículos que transporten a personas con tratamientos médicos periódicos o de conductores con rentas bajas que no cuenten con una etiqueta ambiental.
Los residentes en las ZBE tendrán derecho a entrar hasta 52 días al año, mientras que los no residentes podrán hacerlo un máximo de 24 días. Además, las furgonetas y vehículos sin etiqueta que se utilicen para la distribución de mercancías tendrán un periodo de excepción de dos años si su peso supera las 3.5 toneladas. Esta flexibilidad es esencial para garantizar que los ciudadanos puedan seguir utilizando sus vehículos en situaciones puntuales, a pesar de las restricciones impuestas por las ZBE.
La directora general de Qualitat de l’Aire i Canvi Climàtic, Sonsoles Letang, ha señalado que la plataforma digital no solo servirá para gestionar las autorizaciones, sino también para que los ayuntamientos realicen un seguimiento efectivo de las infracciones. Esto significa que la implementación de las ZBE no solo se centrará en la sanción, sino también en la educación y concienciación de los ciudadanos sobre la importancia de reducir la contaminación.
### Plan de Calidad del Aire y Futuras Iniciativas
Paralelamente a la creación de la plataforma digital, el Gobierno catalán está trabajando en un nuevo plan de calidad del aire que se extenderá desde 2028 hasta 2033. Este plan tiene como objetivo establecer pautas más estrictas para la reducción de emisiones y la mejora de la calidad del aire en las ciudades. La conselleria ha destacado que el transporte por carretera es uno de los principales responsables de la contaminación, lo que hace que la activación de las ZBE sea una medida necesaria para abordar este problema.
El actual plan de calidad del aire, que fue redactado por el anterior Gobierno, tiene como horizonte 2027. Sin embargo, ya se están sentando las bases para el nuevo documento que guiará las políticas ambientales en los próximos años. Letang ha afirmado que, aunque se mantendrá el veto a los vehículos con etiqueta amarilla a partir de 2028, se considerarán factores como el parque de vehículos en circulación y las rentas de los ciudadanos a la hora de implementar estas restricciones.
La creación de un registro online para gestionar las ZBE es un paso crucial hacia la modernización de la gestión del tráfico y la contaminación en Cataluña. Con esta herramienta, los municipios podrán no solo aplicar sanciones, sino también fomentar un cambio en la movilidad urbana hacia opciones más sostenibles. La colaboración entre la Generalitat y los ayuntamientos será clave para el éxito de estas iniciativas, que buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y reducir el impacto ambiental en las grandes ciudades de Cataluña.