La música es un lenguaje universal que trasciende fronteras y conecta a las personas de maneras inesperadas. Luis Cobos, un reconocido músico y director, ha dedicado su vida a explorar esta conexión, fusionando géneros y estilos para acercar la música clásica a un público más amplio. En una reciente entrevista, Cobos compartió su visión sobre la música, la solidaridad y su trayectoria profesional, revelando cómo ha logrado hacer de la música un vehículo de expresión y emoción.
### La Solidaridad en el Mundo Musical
La solidaridad es un tema recurrente en la vida de los músicos, y Cobos no es la excepción. En su opinión, la música tiene el poder de unir a las personas, especialmente en tiempos de crisis. «La música bendice casi todo y da para mucho», afirma. Esto se ha evidenciado en su participación en conciertos benéficos, donde el objetivo no es solo recaudar fondos, sino también ofrecer apoyo emocional a quienes han sufrido pérdidas.
El reciente desastre natural en Valencia, conocido como la dana, fue un claro ejemplo de cómo la comunidad se unió para ayudar a los afectados. Cobos expresó su admiración por la generosidad de los voluntarios y destacó la importancia de mantener viva la llama de la solidaridad, incluso cuando la burocracia puede dificultar la llegada de las ayudas necesarias. «La cuestión burocrática no funciona al mismo nivel que los sentimientos», reflexionó, subrayando la necesidad de que la sociedad reconozca y valore el trabajo de quienes se esfuerzan por ayudar a los demás.
Sin embargo, Cobos también se cuestiona si la sociedad realmente recompensa a los músicos por su carácter solidario. A pesar de que la gente reconoce el esfuerzo de los artistas, especialmente durante la pandemia, donde muchos salieron a las calles para ofrecer su música, el reconocimiento explícito parece escaso. «Somos un país que devoramos el éxito», señala, sugiriendo que la cultura del reconocimiento a menudo se centra más en el éxito inmediato que en el impacto a largo plazo de la música en la sociedad.
### La Fusión de Géneros y la Música como Arte Popular
Desde sus inicios en la música clásica hasta su incursión en el pop y el rock, Cobos ha demostrado que la música no tiene límites. A los ocho años, ya era solista en el coro de su pueblo, y a los 15 fundó la Escola Almia Loyola. Su carrera ha estado marcada por la versatilidad y la apertura a diferentes estilos musicales. «Soy caballo de buena boca. Me gustan muchas cosas diferentes», confiesa, lo que le ha permitido colaborar con artistas de diversos géneros, desde Mecano hasta Plácido Domingo.
Una de las claves de su éxito ha sido su capacidad para ver la belleza en todos los estilos musicales. Para Cobos, no existe una distinción clara entre música culta e inculta; más bien, hay música buena y música mala. «Hacer un pasodoble o una samba bien no es tan fácil», argumenta, enfatizando que la calidad de la música no depende del género, sino de la emoción que transmite.
Su enfoque innovador ha llevado a la música clásica a nuevos públicos. Cobos se dio cuenta de que para que la música clásica resonara en la vida cotidiana de las personas, debía incorporar elementos modernos. «Si grababa un disco de música clásica sin meterle un componente moderno, lo iban a poner una vez al mes en Radio Nacional y ya está», explica. Esta visión le permitió vender millones de discos y acercar la música clásica a un público más amplio, rompiendo la idea de que esta forma de arte es solo para una élite.
A pesar de las críticas que ha recibido de puristas, Cobos ha mantenido su enfoque. «Lo que más me dolía es que no tuvieran la inteligencia suficiente para pensar que la persona que hacía esos discos tenía un propósito», reflexiona. Su trabajo ha demostrado que la música puede ser accesible y emocionante, independientemente de su origen.
En un mundo donde la música evoluciona constantemente, Cobos se muestra abierto a nuevas tendencias. Aunque el reguetón ha sido objeto de debate, reconoce su impacto en la industria musical y la capacidad de los artistas latinos para romper barreras. «Han competido, han cambiado las tendencias, han hecho bum y se han impuesto a la música en inglés», señala, sugiriendo que la música siempre debe adaptarse y evolucionar.
Luis Cobos es un ejemplo de cómo la música puede ser un puente entre culturas y géneros. Su trayectoria demuestra que, a través de la creatividad y la apertura, es posible conectar con diferentes públicos y hacer de la música un arte verdaderamente universal. Su legado no solo se mide en discos vendidos, sino en la capacidad de tocar corazones y unir a las personas a través de la música.