Catalunya ha comenzado el mes de mayo con un clima más favorable, caracterizado por lluvias que han permitido que los embalses de las cuencas internas superen el 75% de su capacidad. Este incremento es notable, ya que representa un aumento de más del 20% en comparación con la media de los últimos cinco años. La Agència Catalana de l’Aigua, responsable de la gestión y monitoreo de los recursos hídricos en la región, publica informes diarios que detallan el estado de los embalses, tanto a nivel general como específico para el sistema Ter-Llobregat.
**Estado actual de los embalses en Catalunya**
A fecha de 17 de mayo, el nivel de los embalses en Catalunya se sitúa en un 78,38% de su capacidad total. Este dato es significativo, ya que coloca a la comunidad fuera de la situación de sequía, cuyo umbral se establece en el 60%. Este avance es especialmente relevante si se considera que hace solo unas semanas se superó por primera vez desde marzo de 2022 la marca del 56% de capacidad de los pantanos. El sistema Ter-Llobregat, que es vital para el abastecimiento de agua en las provincias de Barcelona y Girona, así como en la comarca del Solsonès, incluye cinco embalses principales: Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç. Además, existen otros cuatro pantanos que operan fuera de este sistema, como Darnius Boadella, Foix, Siurana y Riudecanyes.
La recuperación de los niveles de agua en los embalses es un alivio para la población, especialmente después de los severos efectos de la sequía que afectaron a Catalunya en años anteriores. Comparando los datos actuales con los del año pasado, se observa una mejora notable en todos los embalses. Durante la primera semana de marzo de 2025, los niveles de agua fueron significativamente más altos que en el mismo periodo de 2024, lo que indica una tendencia positiva hacia la normalización de los recursos hídricos. En 2019, por ejemplo, la mayoría de los embalses estaban por encima del 80% de su capacidad, lo que sugiere que los niveles actuales se están acercando a los registros previos a la sequía.
**Impacto de las lluvias en la recuperación hídrica**
El inicio del año 2025 ha sido excepcionalmente lluvioso, marcando un cambio drástico respecto a los años anteriores, que estuvieron marcados por un déficit hídrico severo. Entre enero y abril de este año, se registraron lluvias que colocaron este periodo como el octavo más lluvioso desde que se tienen registros, es decir, desde 1961. Estas precipitaciones, que en algunos casos fueron casi ininterrumpidas, llevaron a que el 5 de abril se decretara el fin de la sequía, cerrando marzo con los embalses de las cuencas internas llenos en más del 60% de su capacidad.
La combinación de un clima más húmedo y la gestión adecuada de los recursos hídricos ha permitido que Catalunya respire un poco más tranquila. Sin embargo, es fundamental que tanto las autoridades como la población mantengan una conciencia sobre la importancia del uso responsable del agua. Aunque la situación actual es alentadora, la historia reciente de sequías extremas debe servir como recordatorio de que los recursos hídricos son finitos y deben ser gestionados con prudencia.
En resumen, la mejora en el estado de los embalses de Catalunya es un signo positivo que refleja no solo las condiciones meteorológicas favorables, sino también la importancia de la gestión del agua en la región. A medida que las lluvias continúan y los niveles de agua se estabilizan, la comunidad puede comenzar a planificar un futuro más sostenible y resiliente frente a los desafíos climáticos que aún persisten.