La antigua colonia industrial de La Escocesa, ubicada en el barrio del Poblenou en Barcelona, se enfrenta a un nuevo desalojo que ha generado preocupación entre sus ocupantes, en su mayoría artistas y personas en situación de vulnerabilidad. Este desalojo, programado para el 14 de noviembre de 2025, se produce apenas un mes después de que la Guardia Urbana, con el apoyo de los Mossos d’Esquadra, desalojara a un grupo de chatarreros que se refugiaban en parte de las instalaciones. La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro del espacio y la falta de un plan claro por parte del Ayuntamiento de Barcelona.
El aviso de desalojo ha sido notificado a los artistas que han convertido La Escocesa en un centro creativo, donde han establecido talleres y espacios de trabajo. Entre ellos, se encuentran al menos dos hombres africanos que han encontrado en este lugar un refugio temporal. Uno de ellos, tras haber vivido años en Europa, regresó a Senegal para someterse a una intervención quirúrgica y, tras su recuperación, volvió a Barcelona. La incertidumbre sobre su futuro se suma a la angustia de otros ocupantes que han hecho de este espacio su hogar.
El Ayuntamiento ha justificado el desalojo argumentando que el juzgado contencioso administrativo número 15 de Barcelona ha autorizado la entrada al inmueble, y que la resolución es firme. Además, se ha mencionado que el gerente de Sant Martí, Josep Garcia Puga, dictó una directriz para recuperar la propiedad en julio. Sin embargo, la falta de un proyecto claro para el futuro de La Escocesa ha suscitado críticas por parte de algunos grupos políticos y de la comunidad local.
### La respuesta de los artistas y la comunidad
Los artistas que ocupan La Escocesa han expresado su preocupación por el desalojo y la falta de comunicación con el Ayuntamiento. A pesar de sus intentos de dialogar con las autoridades para encontrar una solución que les permita reubicarse, no han logrado establecer un contacto efectivo. La situación se complica aún más al considerar que el aviso de desalojo se ha dado con un margen de tiempo muy corto, lo que dificulta la posibilidad de encontrar alternativas habitacionales o espacios de trabajo.
Desde el colectivo de artistas, se ha planteado la necesidad de que el Ayuntamiento desarrolle un plan que contemple la renovación de La Escocesa, integrando espacios para la creación artística y la vivienda social. La Asociación de Vecinos del Poblenou también ha propuesto que parte del recinto se acondicione para viviendas sociales y que se consoliden los talleres artísticos existentes. Sin embargo, estas propuestas aún no han sido consideradas por las autoridades municipales.
El desalojo de La Escocesa no es un caso aislado. En el último mes, se han producido varios desalojos en Barcelona, lo que ha llevado a un aumento de la tensión entre los ocupantes de espacios vacíos y el Ayuntamiento. La situación refleja una problemática más amplia relacionada con la falta de vivienda asequible y la necesidad de espacios para la comunidad artística en una ciudad que enfrenta una creciente gentrificación.
### Implicaciones del desalojo
El desalojo de La Escocesa plantea importantes implicaciones no solo para los ocupantes, sino también para la comunidad artística de Barcelona. La pérdida de este espacio podría significar un golpe significativo para la creatividad y la cultura en la ciudad, ya que muchos artistas dependen de estos lugares para desarrollar su trabajo y colaborar con otros.
Además, la falta de un plan claro por parte del Ayuntamiento para el futuro de La Escocesa genera incertidumbre sobre qué sucederá con el inmueble una vez que se ejecute el desalojo. La comunidad local ha expresado su deseo de que el espacio se utilice de manera que beneficie a todos, en lugar de ser abandonado o convertido en un proyecto que no responda a las necesidades de los vecinos.
El desalojo también pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más humano y comprensivo hacia la gestión de espacios vacíos en la ciudad. En lugar de recurrir a medidas drásticas, sería beneficioso que las autoridades trabajaran en colaboración con los ocupantes y la comunidad para encontrar soluciones que respeten tanto los derechos de propiedad como las necesidades de vivienda y espacio de trabajo.
La situación en La Escocesa es un reflejo de los desafíos que enfrenta Barcelona en términos de vivienda, gentrificación y la preservación de espacios culturales. A medida que se acerca la fecha del desalojo, la comunidad espera que se escuchen sus voces y que se tomen en cuenta sus propuestas para el futuro de este emblemático espacio.
