La Fundación MAPFRE ha lanzado una nueva iniciativa llamada Red Ibérica, destinada a fortalecer las fundaciones locales en España y Portugal. Esta propuesta se presentó el 31 de octubre en Cáceres y busca dar visibilidad a la labor de estas entidades, especialmente aquellas que operan en áreas rurales y menos pobladas. Julio Domingo Souto, exdirector general de Fundación MAPFRE y actual asesor experto de la Red, explica que la idea surgió de la necesidad de reconocer el impacto que tienen estas fundaciones en sus comunidades, a pesar de ser consideradas pequeñas o con recursos limitados.
### La Misión de la Red Ibérica
La Red Ibérica se enfoca en apoyar a fundaciones que han surgido del compromiso de personas o familias con su entorno. Estas entidades, a menudo independientes y arraigadas en sus territorios, se dedican a atender necesidades sociales, culturales y medioambientales. La misión de la Red es proporcionar a estas fundaciones el apoyo necesario para que puedan gestionar mejor sus recursos y ser más sostenibles. La visión es clara: mejorar la calidad de vida de las personas en sus comunidades.
Souto menciona que muchas de estas fundaciones enfrentan desafíos significativos, como la burocracia, la falta de liquidez y la dificultad para acceder a formación y tecnología. Por ello, la Red Ibérica se propone ofrecer experiencia, formación y acceso a servicios profesionales, además de crear una red de apoyo donde las fundaciones puedan compartir sus retos y soluciones. Este enfoque colaborativo es fundamental para el crecimiento y desarrollo de estas entidades.
### Apoyo Integral para el Crecimiento
La Fundación MAPFRE se compromete a ofrecer un apoyo integral a las fundaciones que se unan a la Red Ibérica. Esto incluye la provisión de recursos en formación, asesoría y coordinación. Además, se contará con la colaboración de empresas que aportarán sus servicios, adaptándose a las necesidades específicas de cada fundación. Este enfoque personalizado permitirá que cada entidad pueda avanzar en su gestión y en la mejora de los servicios que ofrecen a sus comunidades.
Uno de los aspectos más destacados de la Red Ibérica es la creación de un espacio físico que servirá como sede para el trabajo colaborativo. Este lugar no solo será un punto de encuentro para las fundaciones, sino que también funcionará como una plataforma para la proyección y difusión de sus actividades. La idea es que este espacio fomente la interacción y el intercambio de buenas prácticas entre las diferentes fundaciones, lo que a su vez enriquecerá su labor.
### Impacto en el Entorno Rural
El impacto que se espera de la Red Ibérica en los entornos rurales es significativo. Al fortalecer las fundaciones locales, se busca combatir la despoblación y crear oportunidades que mantengan vivas las tradiciones y el patrimonio cultural. La integración de personas mayores como agentes activos en estas iniciativas también es un objetivo clave, ya que fomenta la cohesión social y la permanencia en el territorio.
La Red Ibérica no solo se centra en la supervivencia de las fundaciones, sino en su capacidad para prosperar y convertirse en motores de cambio en sus comunidades. Al mejorar la gestión de recursos y facilitar el acceso a conocimientos y herramientas, se espera que estas fundaciones puedan multiplicar su impacto social y cultural.
### Financiación y Sostenibilidad
La financiación del proyecto proviene principalmente de los recursos propios de la Fundación MAPFRE, que se destinarán a asesoramiento y acompañamiento. Además, se prevé desarrollar actividades que generen ingresos a través de colaboraciones y recursos obtenidos mediante subvenciones y fondos públicos. Las fundaciones que se adhieran a la Red también podrán contribuir según los servicios que utilicen, lo que permitirá una sostenibilidad a largo plazo del proyecto.
La Red Ibérica representa una apuesta por la colaboración, la innovación y el compromiso social. Al fortalecer el tejido social y dar visibilidad a la labor de las fundaciones, se busca mejorar la vida de las personas, especialmente en aquellas áreas donde más se necesita. Este enfoque integral no solo beneficiará a las fundaciones, sino que también tendrá un efecto positivo en las comunidades a las que sirven, demostrando que la unión de esfuerzos puede generar un impacto mucho mayor.
