La joven halterófila Irene Blanco ha compartido su experiencia reciente en el Campeonato de Europa sub 23 celebrado en Durrës, Albania. A pesar de no haber logrado el resultado esperado, su perspectiva sobre la competición ha cambiado significativamente. Blanco, quien hace un año se coronó campeona en Polonia, reflexiona sobre la importancia de disfrutar cada momento en la tarima, más allá de los resultados.
En su última competición, Blanco se enfrentó a varios desafíos, incluyendo una infección de COVID que afectó su preparación. A pesar de terminar en séptimo lugar, la atleta gallega se siente satisfecha con su rendimiento, destacando que su enfoque ha evolucionado. «He aprendido a disfrutar más allá del resultado», afirma. Este cambio de mentalidad ha sido crucial para su desarrollo personal y profesional en el deporte.
### La Evolución de una Atleta
Irene Blanco ha reconocido que su éxito anterior se convirtió en una presión adicional. La necesidad de igualar o superar su rendimiento anterior la llevó a replantearse su enfoque hacia la competición. En lugar de centrarse únicamente en las medallas, decidió disfrutar del proceso y valorar la oportunidad de competir a nivel europeo. «Normalmente, soy muy ambiciosa, pero en esta ocasión, decidí no mirar las listas de competidores porque sabía que no iba a llegar a las medallas», explica.
Este cambio de perspectiva no solo ha influido en su rendimiento, sino también en su bienestar emocional. La halterófila ha admitido que tuvo momentos de duda y ansiedad antes de la competición, pero finalmente decidió que no podía renunciar a la oportunidad de competir solo por miedo a no estar en su mejor forma. «No puedo renunciar a algo solo por el miedo que me da afrontarlo por debajo de mis posibilidades», reflexiona.
En Durrës, Blanco se propuso realizar un buen papel, enfocándose en ejecutar movimientos válidos y acercarse a las marcas que había estado entrenando. Logró levantar 89 kilos en arrancada y 110 en dos tiempos, alcanzando un total olímpico de 199 kilos. A pesar de las circunstancias adversas, se siente contenta con su actuación, lo que demuestra su capacidad para adaptarse y superar obstáculos.
### Nuevos Retos en la Categoría Absoluta
Con la mirada puesta en el futuro, Irene Blanco se prepara para dar el salto a la categoría absoluta. Este cambio representa un nuevo desafío en su carrera, ya que deberá elevar sus marcas y competir contra atletas más experimentadas. A pesar de la presión que esto conlleva, Blanco se muestra optimista y entusiasta. «Tengo que cambiar la manera de trabajar. Aunque me lleve un par de años, no pierdo la ilusión», asegura.
La halterófila también ha confirmado que no tendrá que cambiar de categoría de peso para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, manteniéndose en la categoría de -77 kilos. Sin embargo, anticipa que la competencia será más intensa, ya que se unirán atletas que anteriormente competían en la categoría de -71 kilos, que ha sido eliminada del programa.
A pesar de los nuevos retos, Irene Blanco se mantiene firme en su compromiso de disfrutar cada momento en la tarima. Su enfoque renovado y su madurez competitiva la posicionan como una atleta a seguir en el futuro. La halterofilia, según ella, es su verdadera pasión, y está dispuesta a trabajar arduamente para alcanzar sus metas.
Irene Blanco es un ejemplo de cómo la mentalidad y la actitud pueden influir en el rendimiento deportivo. Su historia inspira a otros atletas a encontrar el equilibrio entre la ambición y el disfrute del proceso, recordando que cada competición es una oportunidad para crecer y aprender. Con su determinación y enfoque renovado, el futuro de Irene en la halterofilia parece prometedor.
