Roque Mesa, un futbolista canario de 35 años, ha captado la atención de los aficionados al fútbol y de las redes sociales tras su reciente entrevista en el pódcast ‘Offsiders’. En esta charla, el mediocampista se refirió a su trayectoria profesional y a las decisiones que ha tomado a lo largo de su carrera, destacando su firme postura respecto a los contratos y su deseo de no renunciar a un solo euro de su salario. Esta actitud le ha valido el apodo de ‘rey de los contratos’, un título que refleja su determinación en un mundo donde los jugadores a menudo se ven obligados a ceder ante las exigencias de los clubes.
Desde sus inicios en la Unión Deportiva Las Palmas, donde se forjó como un jugador clave, Mesa ha recorrido un largo camino que lo llevó a la élite del fútbol español. Su talento y esfuerzo le permitieron dar el salto al Swansea City en la Premier League, donde firmó un contrato que, según sus propias palabras, «cambia la vida». Sin embargo, su aventura en Inglaterra no fue tan exitosa como esperaba. La falta de adaptación y la dificultad para conectar con sus compañeros de equipo hicieron que su estancia fuera breve. «Intentaba asociarme con algún compañero y no me la devolvían», confesó, reflejando la frustración que sintió durante esos meses.
A pesar de su deseo de triunfar en el extranjero, Roque Mesa tuvo que tomar decisiones difíciles cuando el Real Betis mostró interés en ficharlo. Aunque el club verdiblanco le ofrecía un contrato, no le pagaban la totalidad de su salario, lo que llevó al jugador a rechazar la oferta. «Me pagaban un 60-70% del contrato y no iba a perdonar un euro», afirmó, dejando claro que su prioridad era proteger sus intereses económicos.
Finalmente, el Sevilla FC se hizo con sus servicios mediante una cesión con opción de compra. La negociación fue complicada, ya que Mesa no estaba dispuesto a renunciar a su sueldo. «Caparrós me dice que me quiere firmar, pero le digo que hay un problema; mi contrato. Yo tenía firmado dos años más en el Swansea y le dije que, o me pagaban lo mismo, o me quedaba en Inglaterra, que iba a ganar lo mismo aunque descendiese». Esta firmeza en sus convicciones es lo que ha llevado a muchos a admirarlo y a considerarlo un ejemplo de cómo un jugador puede defender sus derechos en un entorno tan competitivo.
La llegada de Monchi al Sevilla marcó un punto de inflexión en la carrera de Mesa. A pesar de que inicialmente se le relegó a un segundo plano, el jugador no se dejó intimidar. «Empezaron con las presiones de siempre, entrenando apartado y tal. Les dije que, o pagaban, o me quedaba. Yo quería estar allí, ellos eran los que no querían que estuviese», comentó. Esta situación lo llevó a una cesión al CD Leganés, un equipo que, según sus propias palabras, «no jugaba a nada». Aunque sabía que la decisión no era la mejor, la oferta económica del Leganés era la única que le garantizaba no perder dinero.
Después de su paso por el Leganés, el Sevilla decidió rescindir su contrato, pagando la indemnización correspondiente. Esto le permitió firmar un nuevo acuerdo con el Real Valladolid por tres años, cerrando un capítulo complicado de su carrera. Las declaraciones de Roque Mesa han resonado en las redes sociales, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por los derechos de los futbolistas en un mundo donde las decisiones de los clubes a menudo parecen estar por encima de las necesidades de los jugadores.
La historia de Roque Mesa es un recordatorio de que, en el fútbol, como en la vida, es fundamental defender lo que uno considera justo. Su experiencia resuena con muchos deportistas que enfrentan situaciones similares, y su determinación para no ceder ante las presiones del mercado es un ejemplo a seguir. En un entorno donde los contratos y las negociaciones son parte del día a día, la postura de Mesa destaca como un faro de integridad y firmeza. Su viaje, lleno de altibajos, refleja la realidad de muchos futbolistas que, a pesar de su talento, deben navegar por un mar de incertidumbres y decisiones difíciles en su carrera profesional.
