El deporte en Catalunya atraviesa una crisis sin precedentes, y la reciente iniciativa conocida como ‘Crida per a l’Esport Català’ ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de un cambio. Esta unión de entidades deportivas, federaciones y profesionales del deporte busca visibilizar la alarmante situación que enfrenta el sector, marcada por una drástica reducción de la inversión pública en los últimos años. En un contexto donde la inversión ha disminuido en 1.000 millones de euros desde 2010, los representantes del deporte catalán han alzado la voz para reclamar una financiación justa y sostenible que garantice la continuidad de su modelo deportivo.
La situación actual es crítica. Según los datos presentados, la inversión pública en deporte ha caído a la mitad, pasando de 160 a 100 millones de euros anuales. Esta reducción no solo afecta a la infraestructura y mantenimiento de instalaciones deportivas, sino que también pone en riesgo la existencia de numerosos clubes y entidades que son fundamentales para la cohesión social y el desarrollo comunitario. Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), ha sido claro en sus demandas: «Pedimos que este 2026, lo que percibían las entidades en 2010 se iguale. Queremos que las entidades tengan el mismo presupuesto que en 2010. Ahora estamos a la mitad».
La creación de una Conselleria d’Esports ha sido un paso significativo, pero aún queda mucho por hacer. Jaume Domingo, presidente de la Unió dels Consells Esportius de Catalunya, ha enfatizado la importancia de que esta nueva conselleria actúe con firmeza para asegurar que el deporte siga siendo un eje central en la vida de los ciudadanos. «Las subvenciones no cubren el 100% de las necesidades que tiene el sector deportivo de este país», ha declarado Domingo, instando a un compromiso firme por parte del gobierno para aumentar el presupuesto destinado al deporte.
La falta de recursos ha llevado a una precariedad laboral alarmante entre los profesionales del deporte, quienes desempeñan un papel crucial en la formación y cohesión social. Pere Manuel, presidente del Colegio de Profesionales de Actividad Física y Deporte de Catalunya, ha destacado que «los clubes y las entidades deportivas consideramos los espacios como lugares de formación y encuentro para crear una sociedad cohesionada a todos los niveles». Sin embargo, la realidad es que más de la mitad de las instalaciones deportivas públicas no han recibido reformas estructurales en más de 25 años, lo que agrava aún más la situación.
La ‘Crida per a l’Esport Català’ no solo busca visibilizar la crisis, sino que también ha presentado un manifiesto titulado “Volem guanyar”, que alerta sobre el peligro que corre el modelo deportivo catalán debido a la falta de financiación y la desprotección jurídica. Esta iniciativa, que ha logrado reunir más de 154.000 apoyos, también demanda la aprobación urgente de una nueva Ley del Deporte que garantice la protección de las federaciones y clubes sin ánimo de lucro, así como la gestión preferente de las instalaciones públicas por parte de entidades arraigadas en el territorio.
Las acciones reivindicativas que se llevarán a cabo en las próximas semanas incluyen una gran campaña publicitaria destinada a concienciar a la sociedad sobre la preocupante situación del deporte en Catalunya. Este esfuerzo conjunto busca no solo la atención del gobierno, sino también la movilización de la ciudadanía para que se una a la causa y apoye la recuperación de un sector que es vital para la salud y el bienestar social.
La falta de inversión en el deporte no solo afecta a los atletas y clubes, sino que tiene repercusiones en la salud pública y en la cohesión social. El deporte es una herramienta poderosa para la integración y el desarrollo personal, y su debilitamiento puede tener efectos devastadores en la comunidad. Por ello, la ‘Crida per a l’Esport Català’ se presenta como una respuesta necesaria y urgente ante una situación que no puede seguir ignorándose.
En este contexto, es fundamental que tanto la Generalitat como los grupos parlamentarios escuchen las demandas del sector y actúen de manera inmediata para revertir esta situación. La inversión en deporte no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión en el futuro de la sociedad catalana. La continuidad del modelo deportivo y su función social dependen de un compromiso real y sostenido por parte de las autoridades, que deben reconocer el valor del deporte como un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más cohesionada y saludable.
