Keiko Fujimori, la política peruana y líder del partido Fuerza Popular, ha confirmado su intención de postularse nuevamente a la presidencia de Perú en las elecciones de 2026. Este anuncio se produce en un contexto de creciente violencia en el país, donde Fujimori ha prometido aplicar una política de «mano dura» para combatir el crimen organizado. La decisión de Fujimori de presentarse se da tras la reciente resolución del Tribunal Constitucional que archivó un juicio en su contra por financiación irregular de campañas anteriores, lo que le permite enfocarse en su candidatura sin las distracciones legales que la habían perseguido durante años.
En un mitin realizado en Trujillo, una de las ciudades más afectadas por la violencia, Fujimori expresó su determinación de liderar el país con un enfoque firme y decidido. Acompañada de sus aliados políticos, los excongresistas Luis Galarreta y Miguel Torres, quienes serán sus candidatos a la vicepresidencia, Fujimori busca consolidar su base de apoyo y recuperar la confianza de los votantes que la han respaldado en el pasado. Durante su discurso, enfatizó que su candidatura no es un «premio de consolación» y que no busca inmunidad, refiriéndose a los escándalos que han marcado su carrera política.
### Contexto Político y Retos en Perú
La política peruana ha estado marcada por la inestabilidad y la corrupción en los últimos años. Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, ha sido una figura polarizadora, habiendo perdido en las segundas vueltas de las elecciones presidenciales de 2011, 2016 y 2021. En cada una de estas ocasiones, ha cuestionado los resultados, alegando sin pruebas fehacientes que hubo fraude electoral. Este historial de derrotas ha generado un ambiente de desconfianza hacia el sistema electoral, lo que podría influir en su campaña y en la percepción pública de su candidatura.
La situación actual en Perú es compleja. El país enfrenta un aumento en la violencia y el crimen organizado, especialmente en áreas como Lima y Trujillo. Fujimori ha prometido enfrentar esta problemática con la misma determinación que su padre mostró en su gobierno, cuando se combatió el terrorismo de grupos subversivos como Sendero Luminoso. Sin embargo, su enfoque de «mano dura» ha sido criticado por algunos sectores que abogan por soluciones más pacíficas y dialogadas.
Fujimori ha declarado que su gobierno se basará en la autoridad y la capacidad de respuesta ante la violencia, pero también ha enfatizado la necesidad de una gestión que combine firmeza con empatía, comparando su estilo de liderazgo con el de las madres que manejan sus hogares. Esta dualidad en su mensaje busca atraer tanto a votantes que desean un enfoque más estricto en la seguridad como a aquellos que valoran la compasión y la justicia social.
### Estrategia Electoral y Aliados
El camino hacia las elecciones de 2026 no será fácil para Fujimori. A pesar de su experiencia política, deberá enfrentar a otros candidatos que ya han comenzado a posicionarse en el escenario electoral. Entre ellos se encuentran el exalcalde de Lima, Rafael López Aliaga, y el empresario César Acuña, quienes también han anunciado sus intenciones de competir por la presidencia. La competencia será feroz, y Fujimori deberá demostrar que su propuesta es viable y atractiva para un electorado cansado de la corrupción y la ineficacia gubernamental.
Fujimori ha manifestado que su campaña se centrará en la seguridad y el desarrollo económico, buscando recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Para ello, ha prometido trabajar en conjunto con las Fuerzas Armadas y la policía para erradicar la violencia en las calles. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para conectar con los votantes y ofrecer soluciones concretas a los problemas que enfrentan en su vida diaria.
La política en Perú es un campo de batalla donde las emociones y las expectativas juegan un papel crucial. La historia de Keiko Fujimori está marcada por la controversia, pero también por la resiliencia. Su regreso a la contienda electoral representa no solo una oportunidad para ella, sino también un reflejo de la búsqueda de muchos peruanos por un liderazgo que les brinde seguridad y estabilidad en tiempos inciertos. A medida que se acerquen las elecciones, será fundamental observar cómo se desarrollan las dinámicas políticas y cómo los votantes responden a las propuestas de los diferentes candidatos.
