La situación hídrica en Catalunya ha experimentado un notable cambio tras años de sequía. La primavera de 2025 trajo consigo lluvias abundantes que elevaron las reservas de los embalses por encima del 80% de su capacidad, marcando un alivio significativo para la región. Sin embargo, a medida que el verano avanzó, las temperaturas elevadas hicieron que el nivel de agua embalsada descendiera hasta cerca del 70%. Con la llegada del otoño, las recientes lluvias han contribuido a que los embalses recuperen parte de su capacidad, aunque todavía se encuentran por debajo del 75%. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) se encarga de monitorear y actualizar diariamente el estado de los embalses, proporcionando informes que reflejan la situación hídrica en todo el territorio catalán.
**Estado Actual de los Embalses**
A fecha de 31 de octubre, las cuencas internas de Catalunya registran un 73,29% de su capacidad total, lo que representa un ligero descenso del 0,08% respecto al día anterior. Esta cifra es alentadora, ya que mantiene a Catalunya fuera de la situación de sequía, cuyo umbral se establece en el 60%. Este es un avance significativo, considerando que hace unos meses se superó por primera vez desde marzo de 2022 la marca del 56% de capacidad de los embalses.
El sistema Ter-Llobregat, que abastece principalmente a las provincias de Barcelona y Girona, así como a la comarca de Solsonès, está compuesto por cinco embalses principales: Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç. Además, existen otros cuatro embalses fuera de este sistema que también son cruciales para la gestión hídrica de la región. Estos son Darnius Boadella, Foix, Siurana y Riudecanyes. La recuperación de estos embalses es fundamental no solo para el suministro de agua, sino también para la agricultura y el ecosistema local.
**Impacto de las Lluvias en la Recuperación Hídrica**
Los primeros meses de 2025 han sido especialmente lluviosos, marcando el octavo periodo más húmedo desde que se tienen registros en 1961. Las lluvias continuas durante este tiempo han permitido que el 5 de abril se declarara el fin de la sequía, cerrando marzo con los embalses de las cuencas internas llenos en más del 60% de su capacidad. Este cambio en el clima ha sido un alivio para los agricultores y para la población en general, que había enfrentado restricciones de agua y sequías extremas en años anteriores.
La comparación de los datos actuales con los del año anterior muestra una mejora notable. Todos los embalses están en mejores condiciones que hace un año, y durante la primera semana de marzo de 2025, los niveles de agua duplicaron ampliamente los del mismo periodo en 2024. Estos datos son un indicativo de que la situación hídrica está volviendo a niveles más saludables, similares a los que se registraban antes de la sequía.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a pesar de la mejora, la gestión del agua sigue siendo un tema crítico en Catalunya. La sequía ha dejado huellas profundas en el ecosistema y en la economía local, y la población debe seguir siendo consciente de la importancia de conservar este recurso vital. La ACA continúa trabajando en la implementación de políticas de gestión sostenible del agua, así como en la promoción de la concienciación sobre el uso responsable del agua entre los ciudadanos.
La situación actual de los embalses en Catalunya es un reflejo de la resiliencia del medio ambiente y de la capacidad de adaptación de la región ante los desafíos climáticos. Con la llegada de un otoño más lluvioso, se espera que las reservas de agua sigan aumentando, lo que permitirá a la comunidad afrontar el futuro con mayor seguridad. La colaboración entre las autoridades, los agricultores y la población en general será clave para garantizar la sostenibilidad hídrica en los años venideros.
