El BBVA ha dado un paso significativo en su estrategia de retribución a los accionistas, anunciando su intención de acelerar el plan de recompensas tras el fracaso de su oferta de compra sobre el Sabadell. Este anuncio se produce en un contexto donde el banco ha acumulado un exceso de capital considerable, lo que le permite ofrecer una remuneración extraordinaria a sus propietarios. En este artículo, exploraremos los detalles de esta estrategia y su impacto en el mercado.
### Estrategia de Remuneración y Exceso de Capital
El BBVA ha revelado que, como parte de su plan estratégico para el periodo 2025-2028, espera generar un beneficio total de 48.000 millones de euros. De esta cantidad, se destinarán aproximadamente 36.000 millones a la retribución de los accionistas. De este total, 13.000 millones se distribuirán a corto plazo, aunque aún no se ha especificado cómo se llevará a cabo esta distribución. Se estima que más de 6.000 millones corresponderán a la retribución ordinaria, mientras que cerca de 7.000 millones se destinarán a una remuneración extraordinaria, derivada del exceso de capital acumulado por la entidad.
El BBVA ha fijado un objetivo de capital entre el 11,5% y el 12%, que supera ampliamente el mínimo requerido por los reguladores. Gracias a la sólida evolución de su negocio en los últimos años, el banco ha logrado acumular un colchón de capital que le permite mantener su compromiso de retribución a los accionistas, incluso en un contexto de incertidumbre tras la OPA fallida sobre el Sabadell.
La reciente aclaración sobre su capacidad para cumplir con este compromiso ha llevado a un aumento en el valor de sus acciones, lo que refleja la confianza del mercado en la gestión del banco. A finales de junio, el capital del BBVA se situaba en un 13,34%, lo que representa un exceso de 5.187 millones sobre su objetivo. Además, se anticipa que el Banco Central Europeo (BCE) podría permitir al BBVA aumentar su capital en medio punto, lo que incrementaría aún más su colchón.
### Recompra de Acciones y Dividendos
Una de las estrategias más destacadas del BBVA es la recompra de acciones, que se ha convertido en una práctica común en el sector bancario como forma de retribuir a los accionistas. El banco ha anunciado que, tan pronto como reciba la autorización del BCE, pondrá en marcha una significativa recompra de acciones. Este anuncio podría coincidir con la presentación de los resultados del tercer trimestre, lo que generaría expectativas en el mercado.
Los analistas prevén que el BBVA destine entre 3.000 y 3.500 millones de euros a esta recompra, lo que podría contribuir a aumentar el valor de las acciones restantes al reducir el número de títulos en circulación. Además, se espera que el banco anuncie una segunda remuneración extraordinaria a finales de enero o principios de febrero, coincidiendo con la presentación de los resultados de 2025. Esta remuneración podría ser en forma de otra recompra de acciones, un dividendo extraordinario o una combinación de ambos.
En cuanto a la retribución ordinaria, se estima que el BBVA alcanzará en 2025 un beneficio récord de 10.455 millones de euros, lo que permitiría distribuir entre el 40% y el 50% de este resultado a los accionistas. Se prevé que el porcentaje se sitúe en el extremo superior, lo que resultaría en una retribución total de aproximadamente 5.230 millones de euros, superando los 5.027 millones del año anterior. Esto incluye un dividendo adelantado récord de 0,32 euros por acción que se pagará el 7 de noviembre, y se anticipa que el dividendo complementario en abril podría superar los 0,5 euros.
La política de retribución del BBVA, que busca equilibrar la remuneración a los accionistas con la necesidad de retener capital para el crecimiento del negocio, refleja una gestión prudente y estratégica en un entorno financiero cambiante. La combinación de recompra de acciones y dividendos extraordinarios no solo beneficiará a los accionistas, sino que también podría contribuir a la estabilidad y crecimiento a largo plazo del banco.
En resumen, el BBVA se encuentra en una posición sólida para retribuir a sus accionistas, gracias a su exceso de capital y a una gestión eficaz de su negocio. La aceleración de su plan de retribución, tras la OPA fallida sobre el Sabadell, es un claro indicativo de la confianza del banco en su futuro y en su capacidad para generar beneficios sostenibles.
