En los últimos años, el término ‘tradwife’ ha cobrado notoriedad en las redes sociales, especialmente en plataformas como TikTok. Este fenómeno, que promueve un estilo de vida centrado en la mujer como ama de casa y madre, ha generado tanto seguidores fervientes como críticas contundentes. A medida que más mujeres se identifican con este movimiento, también emergen voces que cuestionan su autenticidad y los efectos que puede tener en la emancipación femenina.
La historia de Estee Williams, una de las primeras ‘tradwives’ en hacerse viral, es representativa de este fenómeno. Williams, quien abandonó su vida de estudiante universitaria y trabajadora para dedicarse a las labores del hogar, ha visto un crecimiento exponencial en su número de seguidores. Sin embargo, su relato no es único. Enitza Templeton, otra mujer que se adhirió a este estilo de vida, ha compartido su experiencia de arrepentimiento. Tras diez años de matrimonio, Templeton se dio cuenta de que su vida como ‘tradwife’ se había convertido en una prisión. «Yo solo enseñaba pequeños vídeos de 30 segundos con las bondades de la vida doméstica, donde se omitía toda la fealdad de este tipo de relaciones», confiesa.
### La trampa de la dependencia económica
La dependencia económica es uno de los temas más críticos que surgen en las narrativas de las ‘tradwives’ arrepentidas. Templeton relata cómo, al divorciarse, se enfrentó a un vacío en su currículum de una década y tuvo que recurrir a la caridad para sobrevivir. Este patrón de dependencia no es exclusivo de su historia; muchas mujeres que se suman a este movimiento encuentran que, al renunciar a sus carreras y autonomía, se ven atrapadas en relaciones donde ceden todo el poder a sus parejas.
Sara López, investigadora en la Universitat Autònoma de Barcelona, señala que «tanto la opresión sexual como la explotación económica están estrechamente relacionadas». A medida que las redes sociales han amplificado el mensaje de las ‘tradwives’, también han surgido voces críticas que advierten sobre el impacto negativo que este estilo de vida puede tener en la emancipación de la mujer. López destaca que, aunque las generaciones anteriores rechazaron estos roles de género por considerarlos sexistas, el resurgimiento de estos ideales en la actualidad representa un retroceso en la lucha por la igualdad.
Megan Anderson, otra ‘tradwife’ arrepentida, ha decidido convertirse en documentalista de las historias de mujeres que han vivido experiencias similares. Con 80.000 seguidores en TikTok, Anderson se dedica a responder preguntas y ofrecer apoyo a aquellas que buscan salir de este estilo de vida. Ella misma ha tenido la suerte de contar con un marido que reconoció la desigualdad en su relación, lo que le permitió vivir un proceso de deconstrucción conjunta. Sin embargo, Anderson enfatiza que, hasta ahora, ninguna de las ‘tradwives’ que han acudido a ella ha logrado prosperar sin romper su matrimonio.
### La evolución del movimiento y sus implicaciones
Alena Kate Pettitt, considerada la ‘tradwife’ original, ha sido una figura clave en la popularización de este movimiento. Sin embargo, ha decidido distanciarse de él, advirtiendo que «el movimiento se ha convertido en su propio monstruo». Pettitt, quien inicialmente se sintió atraída por los valores que promovía, ha observado cómo el movimiento ha perdido su autenticidad y se ha transformado en una plataforma política que no prioriza el bienestar de las mujeres.
La conexión entre el movimiento ‘tradwife’ y la ultraderecha es otro aspecto preocupante. López menciona que la celebración de estos ideales está vinculada a una agenda política que busca revertir los avances en igualdad de género. La historia de Lauren Southern, una influencer antifeminista que ha sido víctima de violencia sexual, ilustra cómo el movimiento puede exponer a las mujeres a un entorno de violencia y misoginia. Southern ha compartido su experiencia de ostracismo dentro de la esfera política conservadora tras denunciar su agresor, lo que pone de manifiesto los peligros que enfrentan las mujeres dentro de este ecosistema.
Las ‘tradwives’ arrepentidas están comenzando a alzar la voz, compartiendo sus historias y advirtiendo sobre los peligros de un estilo de vida que, a primera vista, puede parecer atractivo. Sin embargo, detrás de la fachada de la vida doméstica idealizada, se esconden realidades complejas que pueden llevar a la dependencia y la opresión. A medida que más mujeres se unen a este movimiento, es crucial que se escuchen las voces de aquellas que han encontrado la libertad al romper con estas cadenas.