La jubilación de la generación del baby boom, que incluye a aquellos nacidos entre 1957 y 1977, está generando un intenso debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones en España. Este fenómeno, que se intensificará en los próximos años, plantea serias interrogantes sobre cómo se financiarán las pensiones en un contexto demográfico cambiante. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha señalado que la viabilidad del sistema de pensiones no solo depende de las cotizaciones sociales, sino también de la recaudación total del Estado. Esto implica que, para garantizar el pago de pensiones, es fundamental que las Administraciones Públicas mantengan un equilibrio financiero adecuado.
La situación se vuelve más crítica a partir de 2030, cuando se prevé que la población activa comience a disminuir. Según las proyecciones de la Airef, se estima que la participación de los mayores de 60 años en el mercado laboral aumentará, lo que podría ayudar a mitigar el impacto de la reducción de la población activa. Sin embargo, este aumento en la participación laboral de los mayores también plantea preguntas sobre la calidad del empleo y las condiciones laborales de este grupo etario.
### Proyecciones y Desafíos del Sistema de Pensiones
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha proyectado que para 2050 habrá aproximadamente 16,6 millones de personas mayores de 65 años en España, en comparación con alrededor de 27 millones de personas en edad de trabajar. Esta relación plantea un desafío significativo para el sistema de pensiones, ya que se espera que el número de cotizantes por pensionista disminuya, lo que podría poner presión sobre las finanzas del sistema.
Para abordar estos desafíos, la última reforma de pensiones ha introducido un examen trienal del sistema, con el objetivo de evaluar su sostenibilidad. Este año se ha llevado a cabo la primera evaluación, aunque la Airef ha advertido que la regla no considera si el Estado necesitará aumentar su aportación al sistema a través de transferencias que podrían triplicar su peso sobre el PIB para 2050. Las estimaciones del Gobierno sugieren que el gasto en pensiones alcanzará el 14,7 % del PIB en 2050, mientras que la Airef lo eleva al 16,1 %. Algunos centros de estudios, como Fedea, incluso sugieren que este porcentaje podría ser aún mayor.
Fedea ha propuesto la implementación de medidas de contención del gasto, que no solo afectarían el cálculo de la pensión inicial, sino también su revalorización, que actualmente está vinculada a la inflación media anual. Estas medidas podrían incluir un recargo en la cuota estatal del IRPF, lo que generaría un debate sobre la equidad y la justicia del sistema fiscal en relación con las pensiones.
### La Perspectiva de los Expertos y la Opinión Pública
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, quien fue clave en la reforma de pensiones durante su mandato como ministro de la Seguridad Social, ha defendido que las propuestas de los centros de estudios deben considerar el marco institucional existente. Escrivá sostiene que en España no es viable cambiar el sistema de reparto, donde las cotizaciones de los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados. A pesar de las críticas, él cree que su reforma permitirá afrontar el pico de gasto previsto para 2050 gracias a la mejora de los ingresos y a los incentivos para que las personas permanezcan en el mercado laboral, lo que ha elevado la edad efectiva de jubilación por encima de los 65 años.
Sin embargo, a pesar de la relevancia del tema, la preocupación de la población sobre el futuro de las pensiones parece ser baja. Según un barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo un 4,1 % de los ciudadanos considera que la sostenibilidad de las pensiones es una de sus principales inquietudes. Este porcentaje, aunque ha aumentado ligeramente desde enero, sigue siendo muy inferior a las preocupaciones relacionadas con la economía, la vivienda, la sanidad y el empleo, que ocupan los primeros lugares en la lista de prioridades de los ciudadanos.
La situación actual del sistema de pensiones en España es un reflejo de los cambios demográficos y económicos que enfrenta el país. A medida que la generación del baby boom se jubila, es crucial que se implementen políticas efectivas y sostenibles que garanticen la viabilidad del sistema de pensiones para las futuras generaciones. La combinación de un análisis riguroso, propuestas innovadoras y un diálogo abierto entre los diferentes actores involucrados será fundamental para abordar este desafío de manera efectiva.