La situación en Gaza se ha vuelto crítica, especialmente para los más vulnerables: los niños. Un reciente estudio de la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, ha revelado que más de 54,600 niños en la región sufren de desnutrición aguda, con 12,800 de ellos en estado grave. Esta alarmante cifra se ha incrementado debido a las severas restricciones de ayuda humanitaria impuestas por Israel, lo que ha llevado a una crisis alimentaria sin precedentes.
### Aumento de la Desnutrición Infantil
La investigación, publicada en la prestigiosa revista The Lancet, se llevó a cabo entre enero de 2024 y agosto de 2025, y se centró en la prevalencia de la desnutrición aguda infantil, también conocida como emaciación. Este término se refiere a un estado en el que un niño está excesivamente delgado para su estatura, lo que indica una grave carencia de nutrientes esenciales. Durante este periodo, se examinaron a 219,783 niños de entre seis meses y cinco años en diversos centros de salud y albergues en Gaza.
Los resultados son alarmantes: la prevalencia de desnutrición aguda ha aumentado drásticamente, pasando del 4.7% en enero de 2024 al 14.3% en enero de 2025. Este aumento se correlaciona directamente con la reducción de la ayuda humanitaria, que ha caído de entre 300 a 600 camiones diarios a solo 42 a 92 camiones, lo que ha dejado a la población en una situación desesperada.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (CIF) de la ONU ha confirmado que la Ciudad de Gaza enfrenta condiciones de hambruna, mientras que el resto del territorio se encuentra en riesgo inminente de la misma. La emaciación, que puede ser mortal, requiere tratamiento regular con alimentos terapéuticos, y en los casos más graves, hospitalización. Sin embargo, el colapso del sistema sanitario en Gaza ha dificultado enormemente el acceso a estos tratamientos.
### Impacto del Bloqueo y la Guerra
El bloqueo impuesto por Israel ha sido un factor determinante en la crisis alimentaria actual. A pesar de un alto el fuego temporal a principios de 2025 que permitió una entrada limitada de ayuda humanitaria, la reanudación del bloqueo ha restringido severamente el acceso a alimentos, agua, medicamentos y otros bienes esenciales. Esta situación ha llevado a un aumento en la tasa de emaciación, que alcanzó un alarmante 15.8% en las últimas mediciones realizadas hasta mediados de agosto de 2025.
Las condiciones son especialmente críticas en áreas como Rafah, donde la tasa de emaciación se disparó del 7.1% en abril de 2024 al 31.5% en enero de 2025, antes de descender temporalmente durante el alto el fuego. En la Ciudad de Gaza, la prevalencia de desnutrición se sextuplicó, pasando del 5.4% en marzo de 2025 al 28.8% en agosto del mismo año, coincidiendo con el inicio de la invasión terrestre israelí.
La situación de los niños en Gaza es un reflejo de una crisis humanitaria más amplia, donde las políticas de bloqueo y las condiciones de guerra han llevado a una generación entera a enfrentar un futuro incierto. La falta de acceso a alimentos y atención médica adecuada no solo afecta su salud física, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en su desarrollo y bienestar.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación en Gaza, pero las soluciones parecen lejanas. La necesidad de un acceso humanitario sin restricciones es más urgente que nunca, y se requieren esfuerzos coordinados para abordar esta crisis antes de que sea demasiado tarde. La vida de miles de niños depende de ello, y la comunidad global debe actuar con rapidez y determinación para evitar una catástrofe aún mayor.