La gestión del patrimonio de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), anteriormente conocida como Sareb, ha sido un tema central en el debate de política general del Parlament de Catalunya. Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha anunciado que su gobierno se encargará de este patrimonio durante los próximos cuatro años. Esta decisión se enmarca dentro de un pacto que se formalizará con el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, con el objetivo de aumentar el parque público de vivienda en la región. Illa ha destacado que se destinarán 300 solares para la reserva pública y se prevé la creación de 13,000 viviendas en usufructo.
El presidente ha enfatizado la necesidad de intervenir en el mercado de la vivienda, argumentando que este no está funcionando adecuadamente. «No podemos dejar de hacer nada y tenemos que intervenir el mercado cuando no funciona. Y, en materia de vivienda, no funciona», ha declarado. Esta afirmación resuena con las demandas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ha presionado por este tipo de iniciativas en negociaciones previas con los socialistas. Illa ha reconocido el mérito de ERC en la consecución de este acuerdo, subrayando que se trata de un nuevo instrumento al servicio de las políticas de vivienda de la Generalitat.
El enfoque del Govern es claro: recuperar las viviendas que quedaron vacías tras la crisis financiera de 2008 y devolverlas a las familias que más las necesitan. Illa ha advertido que, a pesar de que la economía en general está mejorando, la situación de la vivienda sigue siendo crítica. «La economía va bien y no se soluciona la vivienda», ha afirmado, instando a tomar decisiones más contundentes. En este sentido, ha defendido su postura como un defensor de la economía de mercado, pero con un enfoque regulado que permita garantizar el acceso a la vivienda.
### Críticas y Desafíos en el Debate Político
Durante el debate, Illa no solo se enfrentó a las críticas de la oposición, sino que también tuvo que lidiar con las exigencias de ERC. El líder de ERC, Josep Maria Jové, lanzó un ultimátum al presidente, advirtiendo que no contaría con su apoyo para los nuevos presupuestos de 2026 si no se cumplía con la nueva financiación singular para Catalunya. Esta presión política añade un nivel de complejidad a la ya complicada situación de la vivienda en la región.
Por otro lado, tanto Junts como ERC han atacado a Illa desde diferentes frentes. Los posconvergentes han acusado al presidente de «anestesiar» a Catalunya y de ponerla «en la UCI», mientras que los republicanos han criticado su falta de ambición tanto a nivel nacional como social. Illa ha respondido a estas críticas defendiendo el enfoque reformista de su gobierno y su lealtad institucional. En este contexto, ha recordado que el debate de política general fue inaugurado por Junts con una demanda de amnistía para los líderes del 1-O, lo que añade un matiz de tensión a la discusión.
Illa ha hecho hincapié en su deseo de emular a Jordi Pujol, un político que ha dejado una huella significativa en la política catalana. Al mismo tiempo, ha rechazado las comparaciones con Donald Trump, expresando su deseo de distanciarse de cualquier asociación con el ex presidente estadounidense. «No quiero tener nada que ver con él», ha afirmado, subrayando su compromiso con los valores democráticos.
### La Reacción de la Sociedad Civil
El debate en el Parlament no solo ha sido un reflejo de las tensiones políticas, sino también de la respuesta de la sociedad civil. En el inicio de la sesión, la diputada de la CUP, Pilar Castillejo, recibió una ovación tras regresar al hemiciclo después de haber sido detenida en Israel. Este gesto de apoyo resalta la importancia de la solidaridad en el contexto político actual y la relevancia de las luchas sociales en la agenda política de Catalunya.
La llegada de Castillejo al Parlament, acompañada de una quincena de cargos y excargos de su partido, también ha puesto de manifiesto la intersección entre la política y las causas sociales, como la defensa de los derechos humanos y la autodeterminación. Este tipo de eventos subraya la necesidad de que los políticos no solo se enfoquen en las cifras y las políticas, sino que también escuchen y respondan a las demandas de la ciudadanía.
En resumen, el anuncio de Salvador Illa sobre la gestión del patrimonio de Sepes y su compromiso con la vivienda en Catalunya refleja un intento de abordar una de las crisis más apremiantes de la región. Sin embargo, las críticas de la oposición y las exigencias de ERC añaden un nivel de complejidad que requerirá un enfoque cuidadoso y colaborativo para lograr avances significativos en este ámbito.