La actual legislatura en España se ha convertido en un verdadero laberinto político, donde los vetos cruzados entre los partidos que conforman el Gobierno han llevado a una parálisis en la agenda social. Desde la derogación de leyes controvertidas hasta la implementación de políticas para abordar la crisis de vivienda, la falta de consenso entre los socios de la coalición ha complicado la gobernabilidad. En este contexto, el diálogo y la búsqueda de acuerdos se han vuelto más cruciales que nunca, pero la realidad muestra que las tensiones entre los diferentes grupos políticos están afectando la capacidad del Ejecutivo para avanzar en sus propuestas.
### La Dificultad de la Gobernanza en Coalición
Desde el inicio de la legislatura, el Gobierno ha enfrentado el reto de gestionar una coalición compuesta por siete partidos, cada uno con sus propias agendas y prioridades. Esta diversidad ha llevado a una aritmética parlamentaria compleja, donde no existen mayorías claras, lo que ha intensificado los vetos cruzados. La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, ha señalado que la situación se ha vuelto insostenible, con partidos que se niegan a dialogar entre sí, lo que ha llevado a un estancamiento en la aprobación de iniciativas clave.
El Ejecutivo ha intentado mediar entre los diferentes grupos para facilitar la aprobación de leyes, pero la falta de comunicación y la competencia entre los partidos han dificultado este proceso. Algunos negociadores han indicado que las conversaciones a menudo se estancan debido a desacuerdos sobre el contenido de las propuestas, la forma en que se presentan y quién las propone. Esta dinámica ha llevado a una espiral de desconfianza y a una creciente polarización entre los socios de la coalición.
Un ejemplo claro de esta situación es la reciente caída de iniciativas como la rebaja de la jornada laboral, que fue impulsada por la ministra Yolanda Díaz y que fue rechazada por Junts. Este tipo de fracasos no solo afecta la agenda del Gobierno, sino que también refleja la incapacidad de los partidos para encontrar un terreno común en temas que deberían ser prioritarios para todos.
### La Agenda Social en Riesgo
La agenda social del Gobierno, que incluye propuestas para abordar la crisis de vivienda y la derogación de la ‘ley Mordaza’, se encuentra en un estado crítico. La falta de consenso ha llevado a que varias iniciativas queden bloqueadas en el Congreso, lo que ha generado frustración tanto en el Ejecutivo como en la ciudadanía. La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha descrito la situación como «realmente complicada», subrayando que los intereses cruzados entre los partidos han llevado a un estancamiento que perjudica a todos.
Uno de los temas más candentes es la crisis de vivienda, donde se han registrado múltiples iniciativas por parte de partidos de izquierda. Sin embargo, la oposición de PNV y Junts ha frenado estas propuestas, exigiendo modificaciones que han complicado aún más el panorama. La falta de acuerdo sobre cómo abordar la regulación del alquiler y la protección de los propietarios ha llevado a que las iniciativas queden en un limbo legislativo.
Además, la situación se complica aún más con la propuesta de legalización de medio millón de migrantes, que también se encuentra bloqueada debido a la incapacidad de los partidos para llegar a un acuerdo. La disputa entre Podemos y Junts sobre el orden de aprobación de las leyes ha llevado a un punto muerto, lo que pone en riesgo la regularización de migrantes y la capacidad del Gobierno para cumplir con sus compromisos sociales.
La situación actual refleja un panorama político en el que las diferencias ideológicas y estratégicas entre los partidos están afectando la capacidad del Gobierno para avanzar en su agenda. La falta de diálogo y la creciente polarización han llevado a que las iniciativas que deberían ser prioritarias queden relegadas, lo que genera un clima de incertidumbre y desconfianza tanto en el ámbito político como en la sociedad.
A medida que la legislatura avanza, la necesidad de encontrar puntos de consenso se vuelve cada vez más urgente. Sin embargo, la realidad muestra que los vetos cruzados y la falta de comunicación entre los socios de la coalición están poniendo en riesgo no solo la agenda del Gobierno, sino también la estabilidad política del país. La capacidad del Ejecutivo para navegar en este complejo escenario dependerá en gran medida de su habilidad para fomentar el diálogo y encontrar soluciones que beneficien a todos los actores involucrados.