El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha tomado una decisión drástica en respuesta a una serie de ataques antisemitas en Australia, atribuidos al gobierno iraní. En una conferencia de prensa reciente, Albanese anunció la expulsión del embajador iraní en Canberra, Ahmad Sadeghi, y de otros tres funcionarios de la embajada, tras los incidentes que han conmocionado a la comunidad judía del país. Esta medida se considera un acto sin precedentes desde la posguerra, reflejando la gravedad de la situación y la determinación del gobierno australiano de proteger a sus ciudadanos y mantener la cohesión social.
Los ataques, que incluyen un incendio provocado en la sinagoga Adass Israel en Melbourne y otro en un restaurante kosher en Sídney, han sido calificados por Albanese como «actos extraordinarios y peligrosos de agresión orquestados por una nación extranjera en suelo australiano». El primer ministro subrayó que estos actos no solo buscan aterrorizar a la comunidad judía, sino que también ponen en riesgo la vida de los australianos, lo que ha llevado a una respuesta firme por parte del gobierno.
### Contexto de los Ataques Antisemitas
Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, Australia ha visto un aumento en las agresiones contra su población judía, que representa aproximadamente el 0.4% de la población total del país. Albanese ha señalado que el antisemitismo en Australia es real y debilitante, pero ha enfatizado que los ataques recientes están impulsados por un antisemitismo que proviene de Irán. En este contexto, el gobierno australiano ha decidido tomar medidas drásticas para abordar la situación.
El ataque a la sinagoga Adass Israel, ocurrido el 6 de diciembre de 2024, dejó daños significativos en el edificio, aunque afortunadamente no se registraron heridos graves. Sin embargo, el incidente fue calificado como un acto antisemita por el primer ministro, quien destacó la importancia de proteger a la comunidad judía. El segundo ataque, que tuvo lugar en octubre de 2024, involucró un incendio en la cocina de un popular restaurante kosher en Sídney, también sin dejar heridos, pero que contribuyó a la creciente preocupación por la seguridad de los judíos australianos.
La ministra de Exteriores, Penny Wong, ha respaldado la decisión de expulsar al embajador iraní, afirmando que estos actos de agresión han cruzado una línea. Wong ha enfatizado que la prioridad del gobierno es proteger a los australianos y que no se tolerarán actos que busquen dividir la sociedad. A raíz de estos eventos, el gobierno australiano ha recomendado a sus ciudadanos que eviten viajar a Irán y ha instado a aquellos que se encuentren en el país a regresar si es seguro hacerlo.
### Reacciones Internacionales y Consecuencias
La respuesta de Irán no se ha hecho esperar. Ismail Baghaei, portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, ha rechazado las acusaciones de Australia, sugiriendo que la expulsión del embajador está relacionada con «motivos internos» de Australia, especialmente en el contexto de la guerra en Palestina. Baghaei ha prometido que Irán responderá a lo que considera una «acción inapropiada e injustificada». Además, el gobierno iraní ha sido catalogado como responsable de intentar socavar la cohesión social en Australia, lo que ha llevado a la decisión de clasificar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán como una organización terrorista.
Este conflicto diplomático marca un punto de inflexión en las relaciones entre Australia e Irán, y podría tener repercusiones en la política internacional, especialmente en el contexto de la creciente tensión en el Medio Oriente. La decisión de Australia de expulsar a un embajador es un acto significativo que podría influir en cómo otros países abordan la cuestión del antisemitismo y la seguridad de sus comunidades judías.
En medio de esta crisis, el gobierno australiano ha mantenido abiertos algunos canales diplomáticos con Irán, lo que sugiere que, a pesar de la severidad de la situación, aún existe un interés en mantener un diálogo. Sin embargo, la seguridad de los ciudadanos australianos y la protección de la comunidad judía seguirán siendo prioridades clave para el gobierno en los próximos meses.
La comunidad judía en Australia, que ha enfrentado un aumento en la violencia y el acoso, ha expresado su gratitud por la rápida respuesta del gobierno. Sin embargo, también han hecho un llamado a la acción continua para abordar el antisemitismo y garantizar la seguridad de todos los australianos, independientemente de su origen o creencias. A medida que la situación evoluciona, será crucial observar cómo se desarrollan las relaciones entre Australia e Irán y cómo se abordarán los problemas de antisemitismo en el futuro.